De los 88 pacientes ingresados ayer en plantas del HUBU dedicadas a la atención de la enfermedad del coronavirus, solo 22 tenían patología provocada directamente como consecuencia de la infección por coronavirus; el resto, el 75%, tienen resultado positivo en coronavirus en la PCR, pero no están hospitalizados por el contagio.

Es la primera vez en la pandemia que en el HUBU hay una diferencia tan acusada entre ingresados por la covid y hospitalizados con una prueba positiva en coronavirus, aunque desde la sexta ola empezó a percibirse un cambio en este sentido en las plantas de aislamiento. Esta circunstancia no es específica del HUBU ni de Burgos (en cuyas plantas 'covid' había ayer 109 pacientes: los 88 de la capital, 9 en Miranda y 12 en Aranda), sino que es generalizada en el país. De hecho, altos cargos de Sanidad han solicitado al Ministerio del ramo que las estadísticas diferencien entre los pacientes encamados porque la infección ha provocado consecuencias relevantes y los casos en los que no ha sido así, para ofrecer una 'imagen' más realista de la situación en un momento de transmisión tan alta como la actual, donde solo entre los mayores de 60 años hay incidencias acumuladas a 14 días por encima del millar (1.089 ayer en todo Burgos).

Esta circunstancia también se da en la UCI, donde ayer había 6 críticos con el positivo en coronavirus confirmado.

Siete fallecidos en cuatro días. La infección por coronavirus, sin embargo, sigue provocando muertes y, a juzgar por los datos del puente de mayo, Burgos está ahora entrando en lo peor del repunte, con siete muertos desde el viernes.

Seis de ellos fallecieron en camas de hospital, pero el séptimo murió en una residencia; algo que no sucedía desde el pasado 11 de noviembre.