Safemir logra con 6 meses de adelanto el crecimiento previsto

ARSENIO BESGA
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La industria mirandesa de protecciones para maquinaria aumenta un 10% su facturación en 2022. Están buscando una nueva nave para ampliar su espacio y producción

Safemir Systems dispone actualmente de una nave de 200 metros cuadrados en el vivero de empresas de la Cámara de Comercio. - Foto: A.B.

La empresa mirandesa especializada en protecciones para maquinaria, Safemir Systems, no para de crecer. De hecho, en el presente ejercicio ya ha cumplido, con seis meses de antelación, sus previsiones de aumento de la facturación. En 2022 ha ingresado en torno a un 10% más que en 2021, lo cual se suma al 30% que añadió a sus cuentas durante ese curso, si se compara con 2020. A lo largo del verano, según reconoce el gerente de la industria, Óscar Arriola, ha percibido cierta «desaceleración», aunque tampoco descarta elevar sus cifras de cara al otoño.

El crecimiento continuado de Safemir ha hecho que desde la dirección de la compañía ya piensen en abandonar el vivero de empresas de la Cámara de Comercio, lugar donde actualmente están instalados. En este emplazamiento disponen de unos 200 metros cuadrados y pretenden contar en el futuro «como mínimo con el doble». Así, conforme a la descripción que realiza Arriola, podrán invertir en maquinaria, trabajar con mayor comodidad y, en resumidas cuentas, hasta ampliar su producción.

Eso sí, este traslado no será ni mucho menos inminente. Safemir permanecerá en el vivero lo que resta de 2022, el año que viene completo y, aproximadamente, hasta febrero de 2024. Pese a ello,Arriola está oteando el mercado en Miranda a fin de encontrar una nave óptima. No obstante, por ahora no ha hallado una con las características que requieren. Según dice, no hay mucha variedad y algunas tienen un precio demasiado elevado.

En cualquier caso, el camino de este emprendedor y su proyecto también ha contado con algunas dificultades. Como en la mayoría de sectores, la pandemia del coronavirus provocó que se frenaran «muchos pedidos» y en Safemir tuvieron que «prescindir de algunos trabajadores». Pese al descenso de la carga, la empresa se mantuvo a flote e «incluso aumentó algo la facturación».

Conforme pasaron los meses y la economía se recuperó, la compañía contrató a nuevos trabajadores, puesto que los antiguos ya habían obtenido otras ocupaciones, y hace aproximadamente un año realizó una «inversión fuerte» en maquinaria. Con todo, en la actualidad Arriola asegura que «no paramos, en cartera siempre tenemos 4 o 5 pedidos». Sin embargo, la empresa no trata de asumir una carga excesiva y su política se centra en cuidar hasta el mínimo detalle.

«Hay que hacer suficiente, no poco», opina Óscar Arriola. Su máxima siempre ha sido, es y será que su trabajo «salga perfecto, no bien: si no, no sale por la puerta», describe. De hecho, esta forma de operar les ha permitido reducir su desembolso y esfuerzo en cuestiones secundarias como la publicidad. Según explica,«ya no hacemos marketing, antes sí me movía mucho, pero ahora no, porque lo que se haga tiene que salir perfecto y no podemos estar a 20 cosas». Con ello, como «hacemos las cosas bien, al final el boca a boca es fundamental». «Haces un proyecto pequeño bien y luego te encargan uno grande», relata.