El balón parado castiga al Mirandés

Ó.C.
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Los rojillos han encajado en las cuatro primeras jornadas ocho tantos, de los cuales tres han llegado en jugadas de estrategia del rival. Solo evitaron este peligro ante el Alavés

El Mirandés sufrió el año pasado en este tipo de acciones, aunque con la llegada de Etxeberria el bloque mejoró en estos lances. - Foto: Jesús J. Matías

El Mirandés suma un punto en cuatro partidos. El arranque muestra que hay mucho por hacer en un bloque todavía en construcción, que tendrá que ajustar las piezas con la temporada empezada y los tres puntos en juego. Por ahora, los rojillos han mostrado más debilidades que fortalezas y uno de los puntos a mejorar para convertirse en un equipo competitivo está en la defensa. Los de Etxeberria han encajado en todas las jornadas disputadas y en tres de ellas el balón parado ha castigado a los jabatos. 

De los ocho goles recibidos, tres han llegado en jugadas a balón parado del contrario. En esta última fecha ante el Villarreal B, el primer tanto del filial amarillo se produjo en un saque de esquina. El rival lo sacó en corto y la defensa rojilla se desajustó, por lo que De la Fuente remató solo en el primer palo, en una acción ante la que nada pudo hacer Ramón Juan.

La jugada puso el partido todavía más complicado para el Mirandés, que se había quedado con uno menos en los primeros minutos de juego por la expulsión de Álex Martín. Por eso duele más el tanto, porque lo encajaron en una jugada en la que se igualan las fuerzas, aunque el contrario cuente con más efectivos sobre el campo.

En este último encuentro el rival abrió la lata con un córner y en la primera jornada, el Sporting de Gijón  igualó la diana inicial de los rojillos al aprovechar una falta lateral. En esa acción, los asturianos aprovecharon un amago en el saque, para que las marcas se desajustaran. El despiste motivó que Grajera rematara a placer el centro y marcara por primera vez a los jabatos en este curso.

Frente al Málaga, el gol de Rubén Castro no fue el primero, pero también llegó tras un balón parado. De nuevo, el ariete golpeó el esférico totalmente solo, para hacer el cero a dos de aquel encuentro, en el que los rojillos perdieron por 1-3.

Minutos clave. Las cifras dicen que los goles encajados por la estrategia rival condicionan al Mirandés, pero hay otro factor que también penaliza y mucho a los jabatos en los encuentros: los momentos en los que reciben los golpes. De nuevo, el último encuentro ante el Villarreal B sirve de ejemplo, porque el tanto de los castellonenses subió al marcador cuando todo estaba listo para ir al descanso. En la caseta reconocieron tras el duelo que este hecho hizo mella en la moral del equipo.

Algo parecido pasó ante el Málaga. El primero de los andaluces se produjo en una acción de ataque, que terminó con el tanto del ex rojillo Javi Jiménez en el añadido de la primera parte. Además tras la reanudación, Rubén Castro marcó al poco de empezar, lo que también hizo que los rojillos vieran el resultado muy cuesta arriba.

Por último ante el Alavés en la segunda jornada, el tanto de los vitorianos desequilibró el duelo en una acción justo al borde de los 45 minutos iniciales. En la segunda parte, los rojillos no consiguieron igualar el marcador, por lo que cosecharon la primera derrota del curso.