Parques eólicos en Burgos: un trato desigual o una oportunidad

G. ARCE
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La Junta ve la generación de energía verde como uno de los grandes potenciales de Castilla y León en estos tiempos de crisis, pero también han surgido colectivos que luchan contra la saturación de aerogeneradores en los montes

La provincia de Burgos generó en 2021 4,5 teravatios-hora (TWh) de energía. - Foto: Alberto Rodrigo

La diferencia evidente entre comunidades autónomas es uno de los argumentos más esgrimidos por aquellos que no quieren más parques eólicos en Burgos y que defienden que nuestros montes y páramos están saturados de aerogeneradores.

Es una oposición que contrasta con la visión de la Junta, a quien compete otorgar las autorizaciones, y que considera la generación de energía verde como uno de los grandes potenciales de la Comunidad en estos tiempos de crisis energética. 

El atractivo renovable de Castilla y León se basa en varias circunstancias. La primera, detalla Eugenio García Tejerina, de la Asociación de Promotores Eólicos Regional (Apecyl), ha sido la estabilidad regulatoria que impera en la región, algo vital para este sector y sus previsiones de futuro. «Ha existido un diálogo importante entre la Administración y el sector y eso es muy importante».

Frente a comunidades como Madrid, Castilla y León cuenta con territorio de sobra que facilita la colocación de instalaciones renovables y también con una capacidad de evacuación de energía muy importante. «Es determinante el contar con infraestructuras eléctricas con capacidad de evacuar energía», explica García Tejerina, y en la región hay esta disponibilidad porque por su territorio transcurre una parte importante de la red nacional.

La región ha sido históricamente gran generadora de energía (Garoña, las térmicas y las hidroeléctricas) y, asociadas a la línea de alta velocidad ferroviaria, se han desarrollado más infraestructura eléctrica. «La capacidad de evacuar energía y los puntos de conexión (subestaciones) son fundamentales y nosotros los tenemos». Buniel, el principal destino de los nuevos parques eólicos en la provincia, es un ejemplo de estas facilidades.

Burocracia. Desde Apecyl consideran que la apuesta por las renovables se mantendrá, «aunque hay que agilizar la burocracia que lastra la instalación y que se cuenta por años». «Estamos en una situación de casi emergencia y hay que buscar la manera de agilizar proyectos. Cada parque que se instala es menos gas que tenemos que comprar y menos posibilidad de ser chantajeados por Putin», sentencia.

Los promotores de energías renovables consideran que Castilla y León ha sido exportadora de energía, un activo que genera riqueza y que es estratégico en los actuales momentos. «Se trata de aprovechar al máximo nuestras potencialidades, aunque produzcamos más de lo que consumimos. Hay que tener una visión nacional y debemos generar en la Península Ibérica toda la energía de la que seamos capaces para no tenerla que comprar fuera».

Más allá del actual momento, la energía renovable permitirá producir nitrógeno verde, elemento que será esencial en la movilidad y la industria sostenible en los próximos años. «Quitémonos la idea de la cabeza de que solo producimos para nuestras bombillas».