Crecen las consultas por el llamado trastorno por atracón

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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La asociación que atiende a pacientes con desórdenes alimentarios, Adefab, asegura que se trata de la patología que más ha aumentado y que necesita, además de atención psicológica, también psiquiátrica y nutricional

Las personas afectadas por trastornos alimentarios suelen comer a escondidas y solas y muchas veces prácticamente sin masticar. - Foto: Alberto Rodrigo

La psicóloga de la Asociación de Familiares de Anorexia y Bulimia de Burgos (Adefab), Marimar Herrero, no da abasto. El incremento de los trastornos vinculados con la conducta alimentaria que se observó tras el confinamiento por la pandemia sigue sin parar. Quizás, asegura, se hayan estabilizado algo los pacientes que sufrieron recaídas o empeoramientos por el encierro pero no dejan de llegar nuevas demandas de apoyo emocional a la entidad, que da cobertura no solo a las 69 familias asociadas sino a todas las personas que lo soliciten. Herrero pone el foco en el trastorno por atracón, que asegura que es el que más se ha incrementado y que afecta a ambos sexos y a pacientes de todas las edades: «No hay un perfil, cualquiera puede caer en este trastorno, una conducta que tiene como objetivo final mitigar el dolor emocional que tienen quienes lo sufren».

Se trata de un trastorno grave por el que la persona ingiere cantidades enormes de comida -«muchas veces, prácticamente sin masticar», precisa la psicóloga- hasta conseguir un hartazgo «y estar desagradablemente llenos, lo que les permite no sentir dolor emocional»: «Comen porque están tristes o contentos, cuando sienten culpa o como castigo e incluso se interpelan a sí mismos con expresiones como 'come, a ver si revientas'». 

No es fácil detectarlo porque no es habitual que las personas afectadas tengan, por ejemplo, demasiadas oscilaciones en el peso ya que, en ocasiones, intentan compensarlo con ejercicio físico. Tampoco suelen vomitar después como ocurre con la bulimia. «Lo que sí suele ser un comportamiento habitual es esconder la comida. Por ahí las familias pueden entender que está ocurriendo algo, cuando en el dormitorio, por ejemplo, aparece bollos o cartones de leche o cualquier otra cosa porque una clave de ese comportamiento es que comen a escondidas».

Afecta por igual a ambos sexos y a todas las edades. El objetivo de esta conducta es mitigar un dolor emocional»

Aclara Herrero que no se trata de que puntualmente alguien coma demasiado en una celebración o un día concreto sino que se convierta en un comportamiento habitual. «Hay quienes lo hace hasta trece o catorce veces por semana pero si ocurre una vez al mes ya se puede empezar a pensar que algo está pasando con esa persona». Tampoco es infrecuente que quien realiza atracones haya sufrido otros trastornos de la conducta alimentaria pues, como dice la experta, estos «migran» y hay pacientes que han sufrido varios.

Ojo a los coachs. Marimar Herrero advierte que quien tiene un problema de estas características debe confiar únicamente en un profesional de la Psicología colegiado y con registro sanitario ya que no es infrecuente que, ante el dolor que se sufre por un trastorno por atracón, la persona se ponga en manos de quienes se hacen llamar coach, una actividad que ha crecido mucho últimamente pero que quienes la ejercen «no están acreditados para dar terapia y  pueden hacer mucho daño por desconocer los mecanismos de esta enfermedad».

Un trastorno por atracón suele necesitar, además de ayuda psicológica, la de psiquiatras y nutricionistas especializados en trastornos de la conducta alimentaria. «Desde la terapia trabajamos en la motivación al cambio dando herramientas a la persona para incrementar la tolerancia a la frustración, para  desangustiarse y trabajar en el control de las emociones. Aconsejamos a las familias -con las que en la asociación hacemos psicoeducación- que no hablen nunca del cuerpo o de la comida y que desculpabilicen a la persona pues su comportamiento es involuntario».

Comen, a veces sin masticar, hasta conseguir un hartazgo»

Adefab trabaja en la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria -durante años ha participado en diferentes colegios a través de la oferta educativa del Ayuntamiento La ciudad también enseña- y también  organiza reuniones con las familias de personas afectadas todos los primeros lunes y terceros jueves de cada mes. Quien necesite ponerse en contacto con la entidad puede hacerlo a través de su correo electrónico adefabburgos@gmail.com