La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del HUBU redujo por primera vez en toda la semana la ocupación y bajó de 55 pacientes críticos ingresados a 54. Es solo una persona, pero una muy buena noticia para el equipo de Medicina Intensiva y Anestesiología del complejo, que, aunque sea mínimamente, redujo algo la presión asistencial con la que están trabajando: desde hace dos semanas el incremento de pacientes críticos ha sido constante. Y de ahí que la UCIse haya extendido por la Unidad de Reanimación Postanestésica (URPA) y parte de los quirófanos.

La curva de enfermos acumulados desde el comienzo de la pandemia en Burgos también continúa ralentizando su incremento, como muestra la estadística oficial de la Junta: con fecha 2 de abril (la última que se facilita) eran 4.826 los registrados en el programa informático Medora como afectados por la COVID-19. Es un 3,6% más que el día anterior, pero está alejado de los incrementos del 30% y del 40% notificados hace solo dos semanas. De todas estas personas, solo 940 tienen confirmada la infección mediante prueba diagnóstica molecular (por PCR, los test rápidos todavía no se han distribuido); el resto se han registrado como enfermos porque así lo indican sus síntomas clínicos. Es una cifra mucho más próxima a la realidad que la de positivos confirmados, pero Sanidad advierte de que puede estar algo sobreestimada.

(Más información, en 40 páginas en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)