La ONU de la educación está en Burgos

B.G.R.
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Diecinueve nacionalidades conviven este año en las aulas del Apóstol San Pablo, que acumula cursos con sus vacantes completas después de que en 2005 se temiera porla supervivencia del centro concertado

La ONU de la educación está en Burgos - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

En plena plaza de Roma, el colegio Apóstol San Pablo, dependiente del Arzobispado, fue testigo del boom de la inmigración de la primera década de este siglo. Corría el año 2005 cuando el centro comenzó a recibir al alumnos de otros países, principalmente de Colombia, Ecuador, Portugal o Marruecos. Las aulas ya no eran las mismas y el equipo directivo estaba convencido de la necesidad de dar una respuesta académica, social y emocional a esas familias. No fue tarea fácil pero tampoco imposible, aunque para alcanzar el éxito tuvo que demostrar la riqueza de ese cambio para superar algunas reticencias que surgieron, precisamente, entre burgaleses a la hora de escolarizar a sus hijos en el centro.

Los datos de matrícula son una reflejo de la situación vivida. «En ese curso solo había 85 escolares y estábamos preocupados por la supervivencia del colegio», recuerda su directora, Rosa Requejo, al tiempo que detalla orgullosa las cifras actuales, con 190 estudiantes de 19 nacionalidades y las plazas cubiertas desde hace ya unos cuantos cursos. La explicación a esta evolución hay que buscarla en el proyecto intercultural puesto en marcha ese mismo año y que ha dado paso a la conversión del centro en comunidad de aprendizaje; un modelo de enseñanza que entraña una implicación máxima de las familias y del entorno con un único objetivo: la educación de los niños.

(Reportaje completo, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)