El sitio de su recreo

C. MARTÍNEZ
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Los huertos de ocio de La Quinta-Fuente Prior, que próximamente se replicarán en Fuentecillas, tienen en agosto el apogeo de su cosecha y cada vez hay más diversidad de género y nacionalidades entre sus usuarios

El horario de apertura del Soto de Don Ponce es de 9 a 14 y de 17 a 20 de lunes a viernes. Hay lista de espera. - Foto: Alberto Rodrigo

En el pulmón verde de Fuentes Blancas, a pocos pasos de la ciudad, se encuentra un oasis de relajación, trabajo y entretenimiento llamado Soto de Don Ponce. Es una finca municipal dividida en noventa huertos cedidos a personas empadronadas en Burgos que estén jubiladas o tengan más de 55 años y estén en paro. Este proyecto tiene el objetivo de promover un envejecimiento activo mediante el ejercicio a golpe de azada, la agricultura sostenible y la camaradería de los labriegos.

La parcela comenzó a ser cultivada en 2009 y desde entonces ha tenido muy buena acogida: este año tiene ocupación completa e incluso hay lista de espera. Sus plazas se sortean cada cierto tiempo para asegurar un relevo entre los interesados, que deben abonar 100 euros anuales para disfrutar de una porción de tierra, herramientas, charlas, vestuarios y taquillas individuales. De este pago están exentos aquellos mayores con pensiones bajas, que pueden hacer la solicitud de forma gratuita. El éxito de la iniciativa  ha impulsado al Ayuntamiento a proyectar un segundo huerto (aunque esta vez de riego por goteo) en Fuentecillas, que tiene prevista su inauguración en invierno.

Agosto es el mes más gratificante para los hortelanos ya que por fin recogen los frutos sembrados a lo largo del año. Los mayores han tenido que adaptar sus horarios de faena ante las altas temperaturas, pero no han abandonado su trabajo por la fidelidad que guardan a su trozo de tierra. A pesar de la sequía y las olas de calor, han logrado salvar la temporada gracias a que no ha faltado agua en el pozo, que es el corazón del huerto.

Juan José Saiz, uno de los técnicos que gestiona el complejo, asegura que han sido «unos privilegiados en esta ocasión», pero los tomates ya han empezado a ponerse blancos por el exceso de bochorno. Hay que «decir adiós al tradicional clima benigno de Burgos» y procurar concienciar a los usuarios sobre la importancia de utilizar con sentido común los bienes escasos: «El problema del agua es el mayor reto que vamos a tener que afrontar todos».

(Más información, testimonios y fotografías, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)