Las máquinas retroexcavadoras comenzaron a finales de marzo a demoler el viejo edificio del cuartel de la Guardia Civil de Villasana de Mena, construido en 1950 y cuyo deplorable estado obligó a desalojarlo completamente en 2015. Desde entonces, el puesto está ubicado en la planta baja de un bloque de viviendas de la calle La Isla, donde Interior ha alquilado también varios pisos para los agentes, pero parece que pronto habrá traslado, porque la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado ha sacado a licitación la construcción de un nuevo cuartel que incluirá cuatro viviendas y cuyo presupuesto se eleva a 2,7 millones de euros.
Si todo va según lo previsto por la Dirección General de la Guardia Civil, las obras comenzarán en el primer trimestre del próximo año y su plazo de ejecución será de un máximo de doce meses, según indican las condiciones que habrá de cumplir el contratista. Las empresas tienen de plazo hasta el 13 de octubre para presentar sus ofertas, por lo que es previsible que si se cumplan las previsiones.
También parece que se cumplirá el compromiso que el ministro del Interior, Grande Marlaska, trasladó en mayo del pasado año a la alcaldesa del Valle de Mena, Lorena Terreros, de que las obras iban a comenzar esta legislatura.
Sobre el solar de 5.287 metros que ha quedado limpio de cualquier edificación se va a levantar un moderno complejo que ha diseñado Eduardo López Morales, de CSD3 Arquitectos, que ha recibido 50.215 euros por la redacción del documento. Si el edificio de oficinas y viviendas del viejo cuartel sumaba 1.471 metros cuadrados construidos, el nuevo contará con 893, de los que 500 serán para el edificio de dependencias oficiales y los otros 293 se distribuirán entre las cuatro viviendas.
Aerotermia y energía solar. El nuevo cuartel combinará la piedra y listones de madera en las fachadas y su edificio de dependencias oficiales será un rectángulo longitudinal que se extenderá en paralelo a la calle Eladio Bustamante, número 43, donde se ubica la parcela.
Ese edificio de planta baja en su mayoría tapará las viviendas que se construirán en la parte trasera de la parcela y que estarán separadas de las oficinas por una zona verde de algo más de 1.000 metros cuadrados y un aparcamiento para 16 plazas. El edificio de oficinas contará con grandes ventanales que permitirán una fácil visualización de las puertas principales y los despachos estarán orientados al sur para aprovechar la luz y el calor. Además, el sistema de calefacción y frío será de aerotermia y está prevista la instalación de 105 paneles solares fotovoltaicos que harán autosuficiente el edificio de dependencias oficiales e incluso darán excedentes de electricidad.
Las cuatro viviendas proyectadas, que se distribuirán en dos construcciones que acogerán una casa en planta baja y otra en la primera, a la que se accederá por una escalera exterior, contarán con superficies que van desde los 84 metros cuadrados de la más pequeña a 105, de la más grande. Todas dispondrán de tres dormitorios y tres baños. Una vez se ocupen, el Ministerio del Interior podrá dejar de gastar los 40.600 euros anuales que destina al alquiler de las dependencias y viviendas que los agentes ocupan en la actualidad.