La Iglesia celebra el domingo la campaña del Domund, con la que se recauda dinero para repartir en las misiones. La archidiócesis burgalesa destinó el año pasado con lo recogido a lo largo de todo 2020 233.000 euros, siendo la segunda provincia de la región, solo detrás de Valladolid que le supera en 6.000 euros, que más dinero reparte.

Los misioneros burgaleses que ahora mismo están destinados en 64 países son 538, con una media de edad de 70 años. Este dato es "reflejo de la Iglesia que vivimos", ha comentado esta mañana Ramón Delgado, delegado diocesano de Misiones. Un dato, en el de la edad y el relevo vocacional, que a la archidiócesis "no preocupa", "porque nuestros misioneros han sembrado iglesia y las vocaciones siguen allí", ha remarcado, destacando también que ahora son muchos los clérigos de otros países que vienen a España a colaborar. "La Iglesia está cambiando y mucho. Hay menos vocaciones, la gente cada vez es más mayor, la Iglesia tiene una menor relevancia... Pero en otros países no es así. África a día de hoy es el continente que más vocaciones está dando y también el único que por sus recursos podría subsistir por sí mismo, aunque no ocurra. Hay que seguir ayudando por una cuestión de justicia al margen de nuestra fe", ha añadido.

Entre los datos de arciprestazgo burgalés hay que señalar que hay 246 religiosas y 107 religiosos, además de 158 sacerdotes. Durante la rueda de prensa han contado su experiencia dos religiosos. Adoración Alcalde, actualmente la directora de la residencia Barrantes, que ha ejercido durante 43 años como misionera en Líbano, Siria y Tierra Santa. La enfermera y matrona ha vivido las guerras del Líbano y la del Golfo, además de convivir en Israel en tiempos de ocupación (ha pasado veinte años en Nazaret, territorio judío). Gabriel Domingo fue enviado a Zambia, en África, en 2005, donde trabaja en una parroquia rural: "No se trata de hacerles dependientes, sino de caminar juntos".