Los portavoces del equipo municipal de Gobierno Nuria Barrio y Vicente Marañón calificaron de mala la situación epidemiológica de la ciudad ante la elevada incidencia acumulada de la covid-19 en la ciudad, dado que se sitúa en más 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días frente a la media de Castilla y León (358) y nacional (251), por lo que las medidas de desescalada que se tomen en la ciudad deberán tener en cuenta estas cifras. "La prioridad municipal es preservar la salud de los burgaleses pero se necesitan atender otros intereses como los de la economía y la vida social de los ciudadanos", señaló Marañón.

No obstante, el Ayuntamiento estará a lo que diga la autoridad sanitaria. "Con una incidencia como este necesitaremos toda la ayuda posible para bajar la curva y las decisiones se tomarán de acuerdo con la Consejería de Sanidad y mantener los intereses desde la mesura y responsabilidad".

Sobre la posible apertura de las terrazas en la ciudad, que podría decidirse hoy, Barrio aseguró que es una decisión que debe meditarse pero recalcó que deben ser las autoridades sanitarias las que deben pronunciarse. "La decisión tiene consecuencias y debe ser la autoridad sanitaria la que la adopte. No nos parece prudente valorar esa decisión".

Vicente Marañón señaló que también deberá evaluarse la viabilidad de los negocios solo con la terraza. "Los hosteleros nos han manifestado que es difícil subsistir con la terraza, la barra cerrada y el aforo al 50%, así que será todavía más complicado solo con la terraza. La reapertura debe contemplar que se cubran los costes y si se reabre la hostelería el equipo de Gobierno cree que debe ser de acuerdo a los estándares anteriores. No es obligatorio abrir y perder dinero pero solo con la terraza es difícil cubrir los costes"