*Este reportaje fue publicado en la edición impresa de Diario de Burgos el 16 de abril de 2011, hace hoy justo diez años
Ahora apenas tienen 16 y 11 días, respectivamente, pero en cuanto empiecen a chapurrear sus primeras palabras y a comprender la fiebre que en este país -y en sus casas- se vive por el fútbol, Sergio e Iker seguro que escucharán una y mil veces cómo su nacimiento está ligado de una forma especial al 11 de julio de 2010. Ese día -a nadie se le ha olvidado- Andrés Iniesta nos paró a todos el corazón con el golazo a Holanda que hacía a España campeona del mundo de fútbol por primera vez en la Historia.
Y es que parece que fue tras las épicas celebraciones del acontecimiento cuando ambos fueron concebidos. Así al menos se constata al echar las clásicas cuentas propias de ginecólogos y embarazadas para las que existe hasta un calendario específico. En él se puede ver que si la fecha probable de concepción es un 11 de julio, la fecha probable de parto es un 5 de marzo. Todo, por supuesto, aproximadamente, ya que en estos menesteres manda mucho la Madre Naturaleza.
No solo fueron ellos. El jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital General Yagüe, Arturo Bodega, contaba a este periódico que entre finales de marzo y principios de abril se vivió un auténtico overbooking de nacimientos.
Jimena Viejo y Alberto Inés son los padres de Sergio y forofos, respectivamente, del Barça (por ella, el niño se llamaría Xavi) y del Real Madrid. Recuerdan que aquella noche celebraron hasta altas horasdelamadrugada el iniestazo y ahora están encantados con la casualidad. Tanto, que ella, que no estaba muy por la labor de ser madre todavía, asegura que si los de Guardiola ganan los cuatro clásicos, va a por el segundo: «O si no, cuando ganemos la Eurocopa».
La celebración que hicieron Pablo Callejo y Ruth Manrique fue más casera pero, a lo que se ve, igual de productiva. Los dos también son seguidores del Madrid y el Barça, cuyas banderas se pueden verenelsalónyenlas habitaciones. Y aunque la criatura se llama Iker no es un homenaje a Casillas -que podría haber sido- sino la elección de un nombre corto y poco oído. Al menos en Burgos.