La trayectoria del Burgos CF ha levantado la expectación de nivel nacional e internacional. Es insólito que un equipo haya cumplido las seis primeras jornadas de Liga sin encajar ni un solo gol. De hecho, en ninguna de las grandes ligas europeas se da un caso igual. Son más de 540 minutos con la portería a cero y con un portero, José Antonio Caro, que ha ganado un protagonismo inesperado y con peticiones de entrevistas de los principales medios deportivos españoles. A esto hay que unir que el conjunto blanquinegro tampoco encajó en los dos últimos partidos de la pasada campaña.
El mérito, sin embargo, es grupal. El trabajo defensivo del equipo es encomiable, aunque a costa de renunciar en demasiadas ocasiones a generar peligro en ataque. El mejor ejemplo fue el partido del domingo en Leganés. El conjunto de Imanol Idiakez mantuvo una posesión de casi el 70%, aunque realmente solo le generó peligro de verdad en los últimos minutos del partido, cuando se volcó sobre el área de Caro y el Burgos se encerró para mantener el punto que tanto le había costado amarrar durante el resto del partido.
Play off. Esta virtud del Burgos CF lo ha llevado a la zona noble de la clasificación. Ha acabado la sexta jornada en la sexta plaza de la clasificación con unas cifras inauditas, con solo dos goles a favor y ninguno en contra, posición que por otra parte ya ocupó en la jornada 4 del campeonato.
La rentabilidad es espectacular, aunque no será eterna y falta conocer la reacción del equipo cuando encaje un gol y tenga que jugar para remontar el marcador. Solo Las Palmas se acerca a los registros blanquinegros, con un gol encajado. La gran diferencia es que tiene ocho a favor. Y a nivel europeo solo un equipo de la liga ucraniana, el Dripo, se mantiene imbatido, pero solo ha jugado tres jornadas.
En España, en Primera División, el Barcelona solo ha encajado un tanto en siete jornadas, mientras que, por ejemplo, Benfica, Celtic y Zenit están con tres goles en contra. Esta es la seña de identidad del Burgos de Julián Calero, pero no es nueva.
La dirección deportiva del Burgos apostó decididamente por mantener la estructura defensiva de la pasada campaña y por eso decidió renovar a la mayoría de la defensa. Solo Aitor Córdoba tenía contrato en vigor y Michu se lanzó a renovar a Grego Sierra, Unai Elgezabal, Matos, Fran García y Zabaco, además de lograr el fichaje de Caro una vez que se desvinculó del Real Valladolid. En las incorporaciones, fichó a Atienza, un mediocentro defensivo de gran poder físico, además de Areso, lateral derecho que completa la posición con Borja.