El turismo y la fauna esquivan el fuego

R.E. MAESTRO-B.A.
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Los hosteleros de la comarca siguen recibiendo reservas para una temporada que ya era regular antes de las llamas, mientras en los cotos se centran en llevar agua a los animales y encuentran «menos pérdidas de las que pensábamos»

La comarca del Arlanza se alza como uno de los principales atractivos de la provincia de Burgos y cada año miles de turistas recorren sus pueblos en busca de los múltiples encantos que albergan. Sin embargo, una buena parte de su belleza se encuentra en el potencial natural, algo que ha quedado especialmente dañado con el incendio del pasado domingo iniciado en Quintanilla del Coco. Las llamas se extendieron a Santibáñez del Val, Carazo, Villanueva de Carazo, Hacinas y Santo Domingo de Silos y obligaron a desalojar a los vecinos, dejando como resultado un paisaje desolador con la ceniza como protagonista y más de 3.000 hectáreas arrasadas. Solo el tiempo permitirá conocer exactamente el impacto económico que tendrá para los negocios de la zona, pero por ahora la sensación en puntos próximos al fuego como Lerma o Covarrubias es que el número de visitantes no bajará por esta razón.

«Nos afecta  moralmente, es una  pena tener lo que teníamos y que haya quedado devastado de esta manera; supone una lástima de cara a nuestros clientes pero ellos van a seguir viniendo», explica Dolores Elena desde la casa rural El Zaguán de Lerma. «Era un entorno precioso, una de las partes más bonitas que teníamos», lamenta. Esta catástrofe natural ha provocado una importante pérdida patrimonial en la zona y no se recuperará de un día para otro, pero a pesar de ello se considera que todo el entorno y, en especial, el 'triángulo turístico' formado por Lerma, Covarrubias y Santo Domingo de Silos cuenta con suficiente tirón como para seguir resultando interesante para quienes viajen por la provincia.

Agua y comida para el ganado. Por otro lado. durante estos últimos días han circulado por redes y móviles vídeos estremecedores de cómo las llamas del incendio originado en Quintanilla del Coco arrasaban con todo a su paso. Inmuebles, cereal, árboles y también animales. Entre algunos de esos vídeos se encuentra uno en el que una gran manada de corzos huye a la desesperada del humo y de las llamas en busca de un lugar seguro.

Desde el lunes, algunas personas vinculadas al coto de caza de Silos están llevando agua para los animales a las zonas afectadas por el fuego así como piensos especiales, como también se aprecia en el suelo.Desde el lunes, algunas personas vinculadas al coto de caza de Silos están llevando agua para los animales a las zonas afectadas por el fuego así como piensos especiales, como también se aprecia en el suelo.

Asustados, corren sin mirar atrás mientras sobre ellos vuelan dos aviones en labores de extinción. Y es que la fauna que habita en las 3.000 hectáreas arrasadas es también la gran víctima de esta  catástrofe en el Arlanza. 
Desde que el martes por la tarde pudieron entrar al monte, responsables y trabajadores del coto de caza de Santo Domingo de Silos se están esforzando por salvar la vida de los animales que quedan en la parte quemada del mismo. «Los que han conseguido escapar son los que mejor han salido parados. Hemos visto animales muertos en el monte, pero sinceramente creo que han fallecido menos de los que en un principio pensábamos», reconoce José María Calahorra, que gestiona las 8.000 hectáreas del coto de la villa silense junto a Juan Pablo González.  «Creo que se han salvado casi sin querer. El fuego ha sido muy caprichoso, ha dejado zonas sin tocar y se han podido refugiar en ellas mientras escapaban sin saber muy bien a donde iban».

(Más información, testimonios e imágenes en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)