Clunia y el Cobo Estratos, en los 'Goya' de la arquitectura

H.J.
-

La rehabilitación del teatro romano y el nuevo restaurante del chef que logró la primera estrella Michelín de la provincia resultan como finalista y seleccionado, respectivamente, en la XV Bienal de Arquitectura

Vista del graderío y el escenario del teatro romano de Clunia - Foto: Álvaro Viera

Uno es al aire libre, en un patrimonio histórico y ha exigido una paciente intervención de muchos años. El otro se ha desarrollado bajo cubierta, en unos meses y ha permitido crear un nuevo templo gastronómico. Son muy distintos entre sí, pero comparten la alfombra de los conocidos como los 'Goya' de la arquitectura patria. Dos proyectos situados en la provincia de Burgos han sido reconocidos en la XV Bienal Española, que acaba de fallarse con un año de retraso debido a la pandemia.

La 'Intervención en el Teatro Romano de Clunia: escena y anticuario', obra de Darío Álvarez y Miguel de la Iglesia Santamaría, ha logrado colarse incluso en la lista de 70 finalistas que pujará por llevarse la veintena de premios cuya entrega está prevista para el 28 de junio en Barcelona. Se trata de la segunda fase de la restauración de la esta joya arqueológica romana, donde primero se aseguró la conservación de la cavea del teatro con la instalación de una pasarela superior, escaleras de acceso y distintos niveles de graderío y ahora se ha intervenido en la escena y el postescenio, con el objetivo de facilitar el desarrollo de representaciones teatrales.

Por su parte, el restaurante Cobo Estratos, de Enrique Jerez, Álvaro Moral y Víctor Manzanedo, figura entre los 100 seleccionados (de un total de casi 600 presentados a la Bienal) gracias al buen resultado de la reforma de este enorme local situado junto a la Casa del Cordón de la capital burgalesa, donde hubo que superar el reto de una escasa luz natural y donde se mezclan materiales como el mortero de cal, la madera de nogal, el acero natural, la piedra caliza, la madera de abedul y el acero inoxidable para otorgar un aspecto moderno y muy espacioso.

Interior del restaurante Cobo Estratos, en Burgos capitalInterior del restaurante Cobo Estratos, en Burgos capital - Foto: Javier Bravo

Óscar Miguel Ares, uno de los comisarios de la XV Bienal Española de Arquitectura, explica que este año la cita se desarrolla bajo el lema 'España vacía, España llena', para lo que tendrá una doble sede, tanto en Barcelona como en el Patio Herreriano de Valladolid, donde se darán a conocer los premios de investigación, libros, artículos, fotografía y proyectos de fin de carrera este próximo 2 de julio.

"La convocatoria fue pública y a ella se presentaron 580 y tantas obras, tras lo que tuvimos que hacer un proceso de selección en marzo, con un jurado internacional", relata Ares. Y no se trataba de elegir a los proyectos más grandilocuentes, de gran presupuesto o superficie de actuación, sino de buscar "la calidad, la pertinencia, el contexto, el aporte a la sociedad o la eficiencia energética". Por eso, en su gran mayoría, los seleccionados y finalistas no son trabajos millonarios o enormes.

El tamaño no importa. "Desde hace unos años los arquitectos no construimos a gran escala sino que estamos trabajando más la pequeña y mediana, casi todas las obras están en esos parámetros, con presupuestos contenidos, superficie no excesiva y la calidad no tiene nada que ver con la proporción ni con el presupuesto", subraya el comisario: "Reivindicamos el poder de la imaginación aunque esta sea una palabra en desuso. El bienestar, el confort o la proximidad son cualidades que se valoran".

En el caso del teatro de Clunia, considera que "se ha premiado una trayectoria, una profesionalidad y saber hacer sobre un elemento complejo, con factores arqueológicos que han sido preservados y puestos en valor". Y en el caso del restaurante, "nos parece una pieza exquisita, inserta en un entorno más anodino en el que a través de la implantación de materiales consigue una lectura muy clara, muy limpia. Es una obra de categoría y meritoria", destaca.
Solo dos precedentes en 30 años. La Bienal está convocada cada dos años (aunque en esta ocasión han sido tres) por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y la Fundación Arquia. Su objetivo, proclaman los organizadores, es "servir de punto de encuentro entre la ciudadanía, la arquitectura y el urbanismo y reivindicar el valor social de ambas disciplinas".

A lo largo de más de tres décadas de estos galardones, Burgos solo había estado representada en dos ocasiones: en la edición de 2010 con la primera fase del proyecto de Clunia, que también fue finalista, y en 2018 con los pabellones de vigilancia del patrimonio en Castilla y León, diseñados por Enrique Jerez y que resultaron finalistas. Así que en la última edición la provincia ha multiplicado su palmarés.