Mañueco inicia el acercamiento a Vox pero pide gobernar solo

SPC
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García-Gallardo constata una distancia «aún muy grande» con el Partido Popular, a pesar de que el candidato le ofreció un pacto de legislatura sin que, por el momento, contemple su entrada en la Junta

Juan García-Gallardo (I) y Alfonso Fernández Mañueco. - Foto: Rubén Cacho (Ical)

Partido Popular y Vox dieron ayer el pistoletazo de salida a sus negociaciones sobre la gobernabilidad en Castilla y León con diferencias «aun muy grandes» sobre si formarán o no una coalición y también sobre cuestiones programáticas como la violencia de género, aunque ambos reconocen que existe un espacio para el acuerdo que explorarán en una próxima reunión que se celebrará tras la ronda inicial de contactos. Tras el 'gatillazo' de este lunes con los socialistas –la reunión saltó por los aires a los quince minutos–, el candidato popular,AlfonsoFernández Mañueco mantuvo ayer su primer encuentro oficial con el de Vox, JuanGarcía-Gallardo, una toma de contacto inicial que se enmarcó dentro de la ronda de reuniones que el ganador de los comicios del 13-F va a celebrar con todos los partidos. «Podríamos decir que la reunión se ha producido en un ambiente bastante más agradable que el otro día, pero no saquen de eso ninguna conclusión política», reconocía FernándezMañueco a los periodistas tras la misma. Sobre los visos de acuerdo sobre la gobernabilidad, el popular constató que hay «oportunidades de avanzar» hacia un programa de legislatura con Vox, aunque se mostró inflexible de nuevo en la premisa de que sea un gobierno del PP en «solitario, fuerte y estable», con lo que sigue rechazando incorporar consejeros del partido de Abascal.Un extremo ante el que García-Gallardo volvió a insistir en que ese sería un motivo para votar no a la investidura de Mañueco.

En concreto, acerca de las expectativas de Vox de hacerse con el mismo número de consejerías que logró Ciudadanos en 2019 –cuatro–, el presidente en funciones de la Junta remarcó que «la situación no es la misma» porque el PP ahora es la fuerza más votada, entre «otras circunstancias», como es el hecho de que el partido de Abascal no puede amagar con apoyar al PSOE, como sí hizo Cs hace tres años. En este sentido, García-Gallardo reconoció que la distancia que les separa «aún es muy grande» porque el PP les quiere dar «un trato distinto» al que dieron a Cs, pero añadió que mantienen «la esperanza sobre la posibilidad de un acuerdo de gobierno» para entrar en la Junta.

Segunda cita con Vox

Pese a las diferencias que se vislumbran en cuestiones como la lucha contra la violencia de género, ambas partes acordaron ayer retomar sus contactos una vez que concluyan el resto de reuniones del PP con Soria Ya –el sábado–, UPL, Cs, Unidas Podemos y Por Ávila, aunque Mañueco insistió en la idea de que no hay «líneas rojas» pero sí unos «principios básicos» de su partido en materia de «autonomismo útil», de cohesión e integridad territorial y una «defensa firme de la igualdad» entre hombres y mujeres, entre otras cuestiones, que Vox deberá asumir para llegar a un acuerdo. También coincidieron en que la reunión no se abordó el reparto concreto de consejerías, pero la discrepancia radica en que Vox mantiene que tiene «derecho» a asumir la gestión de algunos departamentos: «Cuanto antes se convenza el PP de ello, antes llegaremos a un acuerdo», resumió García-Gallardo.

Políticas «de izquierdas»

Esta primera toma de contacto oficial entre los candidatos sirvió también para que ambos evidenciaran sus discrepancias sobre el propio contenido de la reunión, ya que al hablar de los contenidos abordados y la percepción sobre lo manifestado por sus interlocutores, Mañueco y García-Gallardo no coincidieron en las versiones sobre una posible la derogación de la ley autonómica contra la violencia de género y del decreto de memoria histórica. El primero en comparecer fue el candidato de Vox, quien insistió en que la exigencias programáticas de su formación en esta materia pasan por «tocar» las normativas y políticas que consideran «de izquierdas», entre las que ayer incluyó por primera vez la «manipulación de niños» en las escuelas por parte de «activistas». 

En este sentido, García-Gallardo, que planteó la Agenda España y los diez principios rectores del partido, explicó que tiene la «impresión» de que el PP ve «razonable y plausible» la posibilidad de «tocar» la ley autonómica de violencia de género.

Por su parte, Fernández Mañueco aseguró que esos temas habían salido de forma «incidental», cuando se estaban «levantando de la reunión», por lo que restó importancia a esa diferente visión sobre lo tratado. «En ningún momento se ha hablado de derogar ninguna ley», zanjó Mañueco, convencido de que si el acuerdo avanza con Vox, se enmarcará dentro de «lo lógico y lo razonable» y dentro de los «principios del PP», en referencia a su defensa de un marco de igualdad entre hombres y mujeres.