Instalan las primeras fuentes para perros en zonas caninas

H.J.
-

El Ayuntamiento instala los surtidores como paso previo a las 10 áreas de esparcimiento que habilitará por distintos barrios de la ciudad y donde los animales podrán estar sueltos

Todos los surtidores tienen doble plato para el uso de humanos y mascotas (en la imagen, la del parque de Los Poetas) - Foto: Patricia

Los dueños de mascotas están de enhorabuena. Ya no tendrán que sujetar a su perro para que no asalte las fuentes de los parques en los días de calor, ni deberán justificarse ante el resto de ciudadanos cuando no quede más remedio que dejar al animal beber del mismo caño que los humanos. Ahora disponen de un mobiliario urbano pensado para ellos.

El Ayuntamiento ya ha empezado a instalar los dispensadores de agua para uso compartido de personas y mascotas, que se ubicarán en las 10 futuras zonas de esparcimiento canino, cuyo acondicionamiento todavía tardará unos meses.

El concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, explica que está preparada la partida presupuestaria para ello (unos 60.000 euros), pero los pliegos siguen en fase de elaboración y han querido adelantarse con la instalación de las fuentes, que ha sido posible por la vía de la colaboración de Aguas de Burgos. Miguel Balbás, el edil responsable de la sociedad municipal, confirma que en los últimos días han sido instaladas cinco de las 10 fuentes previstas, con doble caño. Uno a la altura convencional para las personas y otro cerca del suelo, con forma de plato, para que puedan beber los perros.

La primera de ellas data de finales del año pasado y se emplazó en el Cerro de San Miguel, junto al Centro de Aves, gracias a los Planes de Empleo municipales. Y recientemente se han colocado en La Quinta (cerca del vivero municipal), en la calle San Roque (junto al centro comercial Camino de la Plata), el parque de la Luz (G-3) y el parque de Los Poetas (G-2).

Balbás y Temiño subrayan las ventajas que estas zonas de esparcimiento canino proporcionarán a los dueños de las mascotas. Principalmente, que podrán soltar en ellas a sus animales. La norma, aunque se incumpla en múltiples ocasiones, dice que los perros deben ir siempre atados en la ciudad, pero en estos parques caninos se les permite ir sueltos porque se trata de un área acotada específicamente para ellos, vallada o delimitada con estacas en hilera, señalizada como tal y dotada de dispensadoras de bolsas para la recogida de los excrementos.

Otros emplazamientos. Además de las cinco localizaciones ya mencionadas, habrá zonas de esparcimiento canino en el parque de Juan Pablo II (frente a la estación de trenes), en las cercanías del río Arlanzón a su paso por el centro, el parque de Buenavista (G-9), la calle Óscar Romero (Fuentecillas) y el parque de La Nevera (zona sur). A la espera de su habilitación completa, de momento, este verano, los perros pasarán menos sed.