Después de este último domingo de descanso por el parón de selecciones, el Hereda San Pablo encara 15 finales por la permanencia hasta la conclusión de la temporada. Lo hace con una plantilla muy renovada y conocedora de la Liga Endesa, una experiencia que está llamada a ser clave para salir de una situación muy delicada. Además, a los mandos de la nave está Paco Olmos, el que fue el entrenador de moda de la primera vuelta por su buen hacer en el Breogán.

La ACB entra a partir de mañana en su fase decisiva y el San Pablo llega a ese tramo con poco margen de error. Es el colista con solo cinco victorias, aunque ha jugado uno y dos partidos menos que algunos de sus rivales directos. Sin duda, se trata de un escenario complicado que obligará a dar un paso adelante a todos los integrantes del plantel, pues a excepción de Dani Díez y en algunas fases Xavi Rabaseda, ninguno - por un motivo o por otro- ha estado al nivel que se esperaba.

La buena noticia para los azulones es que la plantilla tiene talento para salir del pozo. Por nombres, el San Pablo no debería estar tan abajo. Tiene jugadores experimentados y con pasado en la Euroliga, como Alex Renfroe, Landry Nnoko o Jarell Eddie, pero la realidad es que el equipo no ha demostrado sobre la pista la calidad que se le presupone. Esa es la labor que tiene por delante Paco Olmos: devolver a cada jugador a su mejor versión y hacer que los burgaleses vuelvan a mostrarse como un equipo. 

La recuperación total de Renfroe será vital para el funcionamiento del grupo, sobre todo en el juego de creación. Se espera que el base americano mueva los hilos del equipo y se genere sus propios puntos con sus penetraciones, como solía hacer el curso pasado. En esa labor, jugará también un papel vital el recién llegado Tarik Phillip, más teniendo en cuenta que Aleksej Nikolic podría estar algún tiempo fuera por sus molestias en la cadera.

Otro jugador llamado a ser referente es Benite. El brasileño, que ayer sumó 13 puntos en la victoria de su selección contra Uruguay, necesita parecerse al de la campaña pasada. En esa línea exterior y con perfil anotador, Marc García también jugará un rol  importante, algo que las lesiones le han impedido hacer hasta ahora.

En el juego interior, totalmente cambiado respecto al inicio del curso, Nnoko y Julian Gamble deben aportar rebote e intimidación, mientras que Eddie apostará más por abrir el campo y hacer daño por fuera, aunque deberá aplicarse más en tareas defensivas.

El grueso de la plantilla tiene calidad de sobra para huir de la zona baja, pero le urge que todos den un paso adelante a nivel individual y lo pongan al servicio del colectivo. La primera final será el próximo domingo en la cancha del Real Betis.