Ahora o nunca

CARMELO PALACIOS / Valencia
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El San Pablo está ante una oportunidad histórica de meterse en semifinales de la Liga Endesa. Si gana hoy al Gran Canaria, daría un paso de gigante

Lima pugna por el balón con Tavares. - Foto: Valdivielso

El descaro del San Pablo tiene sorprendido a todo el mundo en la Liga Endesa. Llega a la fase final de la ACB y se atreve a pelear por una plaza que parece reservada solo para los ‘grandes’. Un equipo modesto que se suponía que viajaba a Valencia para ganar algún partido, hacer un buen papel ante los gallos del grupo y coger las maletas de vuelta el viernes 26 se ha convertido en un invitado inesperado. Los planes de Joan Peñarroya y sus pupilos pasan por coger, al menos, otras tres noches de hotel en la ciudad del Turia, aunque antes de hacer la reserva deberán afrontar tres finales ante el Herbalife Gran Canaria, el Valencia Basket y el MoraBanc Andorra. La primera de ellas se disputará hoy (15:30 horas/MD) en La Fonteta y resultará clave en el futuro de los castellanos en el torneo.

La escuadra azulona se encuentra en una situación impensable al inicio del torneo. La victoria ante el Zaragoza entraba dentro de la normalidad, pero quién se iba a imaginar que tumbaría al Real Madrid y que, a día de hoy, fuera colíder con dos triunfos. Esa clasificación de privilegio le brinda una magnífica, tal vez única, oportunidad de colarse en las semifinales de la cita valenciana, pero para ello deberá sumar tres o cuatro victorias, dependiendo el resto de resultados. De ahí, la importancia del partido de hoy ante el Gran Canaria. 

Los burgaleses llegan con los mismos efectivos que al choque contra los blancos, pero con el cansancio acumulado de dos días de competición y un desgaste brutal el pasado sábado. Su rendimiento es una incógnita, aunque las sensaciones al final de los dos envites previos han sido las de un equipo entonado físicamente y, sobre todo, mentalmente. Salvo Alex Barrera, que está tocado de la espalda, el resto de la expedición entrenó ayer con normalidad y está en condiciones de competir. Algunos jugadores fueron a tratarse por la mañana a L’Alquería, pero sin problemas serios.

Javi Vega y Lima, en el calentamiento. Javi Vega y Lima, en el calentamiento. - Foto: Valdivielso

Enfrente, el Gran Canaria llega también con la moral alta tras arrollar (88-104) el sábado al Andorra. Los insulares cuentan con un triunfo y una derrota porque perdieron en el debut frente al Real Madrid y necesitan volver a sumar si quieren seguir con opciones.

El San Pablo ya no pillará por sorpresa al conjunto de un Fotis Katsikaris que tiene a todos sus efectivos disponibles de cara al duelo de hoy. Matt Castello dio el susto en el choque ante los de El Principado, pero su compañero Beka Burjanazde aseguró que estará listo para la batalla.

Los amarillos plantearán un juego dinámico, rápido y tratarán de aprovechar situaciones de transición. Cook dirigirá las operaciones, mientras que Costello y Bourousis serán un peligro en la pintura. También estarán sobre el parqué Beirán y Okoye, que aterrizó en Las Palmas con la vitola de estrella y no ha terminado de brillar al nivel esperado.

Tampoco lo ha hecho el equipo en general, que acabó la fase regular de la Liga Endesa en undécima posición cuando se esperaba que una escuadra de su nivel estuviera peleando con los mejores. Pese a su irregular rendimiento, el potencial de la plantilla es grande y será un envite realmente complicado. De hecho, el San Pablo ya cayó (92-89) en Gran Canaria durante la fase regular en un encuentro muy igualado y que se resolvió a favor de los locales con polémica arbitral.