El Tribunal Supremo desestimó el recurso de casación presentado por V.R.R., extrabajador de Eurofrits, contra la sentencia de la Audiencia Provincial que le condenaba a cuatro años de cárcel por un delito continuado de estafa a la propia empresa. Dicho fallo recoge cómo durante varios años, mientras ostentaba el puesto de jefe de logística, se puso de acuerdo con varias empresas de transporte para abonarles viajes que posteriormente no realizaban y cobrar una cantidad por ello. Contó con la colaboración de otros dos individuos, uno de ellos su cuñado, a los que en este caso el juez sí que estima parcialmente sus alegaciones y les rebaja la condena.

El magistrado ponente se remite a los hechos probados de la sentencia de la Audiencia para tumbar los seis puntos sobre los que sustentaba su recurso el letrado de la defensa. A este respecto, relata que el entonces jefe de logística de Eurofrits propuso a su cuñado P.P.F., «sin conocimiento ni consentimiento de la empresa», que en las facturas que mensualmente emitía a esta por los viajes de transportes realizados incluyese además otros trayectos no llevados a cabo. Éste se lo hacía llegar por correo electrónico y posteriormente las remitía al Departamento de Administración para que se abonasen los importes. 

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