El Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros ha decidido ponerse manos a la obra y comenzar a separar las aguas limpias de lluvia y de sus arroyos subterráneos de las fecales. La finalidad de este trabajo es descongestionar unos colectores que, en muchas ocasiones, carecen de capacidad suficiente para albergar tanta agua y acaban colapsando e inundando las calles aledañas. El proyecto tiene un presupuesto de 281.353 euros y el Consistorio ha sacado a concurso una primera fase por valor de 169.786 euros, con la que abordará una parte de las actuaciones.

El anterior equipo de gobierno presidido por Javier Fernández-Gil (Ciudadanos) encargó el proyecto y decidió destinar a su ejecución la totalidad de la ayuda del Plan Provincial de Cooperación que le correspondió a Espinosa en 2019 y que asciende a 135.800 euros. Al ahora alcalde, Raúl Linares (PP), le parece que esta obra "es necesaria para el pueblo, dados los problemas que se producen de inundaciones cuando llueve mucho" y destaca que también supondrá un ahorro en el mantenimiento de la depuradora, al tratar menos agua. Su intención es ejecutar la segunda fase esta legislatura.

Los problemas se concentran en la avenida del Cid y en la calle San Isidro. En la primera confluye el colector del saneamiento de la propia calle más otro que baja de las calles altas, Los Monteros y El Sol y donde están conectados el arroyo Gallemo y el sobrante de la fuente El Meano. Toda esa agua baja a la avenida del Cid y de ahí a la calle San Isidro, donde además se suma el arroyo El Cagigal, que va encauzado bajo tierra. El hecho de que todas estas aguas limpias mezcladas con las residuales terminen en un solo colector o tubería que las conduce a la depuradora hace que muchas veces carezca de capacidad suficiente, lo que hace retornar al agua y salir al exterior por las alcantarillas, inundando las calles.

Espinosa invertirá 170.000 euros para evitar inundacionesYa en 2012, el Consistorio encargó una memoria técnica para buscar solución a los problemas de la calle San Isidro y dar continuidad al arroyo El Cagigal de forma independiente hasta el río Trueba para deshacer los habituales tapones de agua, pero los propietarios de los terrenos por donde había que soterrar el arroyo se negaron a dar el necesario permiso. En 2017, la Confederación Hidrográfica del Ebro dio al Ayuntamiento un plazo de dos años para minimizar la entrada de agua de lluvia y de arroyos en el saneamiento con la vista puesta en evitar la entrada de estas aguas limpias en la depuradora. Con los trabajos que se ejecutarán en el plazo de seis meses, una vez sean adjudicados, se dará respuesta a ese requerimiento.

Las obras previstas darán continuidad a la red de aguas pluviales ya existente en la calle Pumarejo y se ejecutará un ramal por las calles Los Monteros y El Sol hasta llegar al Paseo de la Castellana, donde ya hay redes de aguas pluviales. Hasta ahora se desviaban al emisario que va a la depuradora y con los trabajos previstos saldrán al Trueba a través de la calle El Río. También se recogerán las aguas limpias entre el número 56 y la fuente El Meano de la calle el Sol para llevarlas al Paseo de La Castellana y de nuevo al Trueba. Las actuaciones también afectarán a la calle El Cagigal, donde se renovará parte del entubado del arroyo del mismo nombre y se repondrá un muro de contención existente entre el arroyo y la calle.