La producción de pellets aumenta un 25,8 por ciento en 2022

SPC
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La Comunidad iguala ya cifras anteriores a la pandemia, con alrededor de 220.000 toneladas en un solo año, el 97 por ciento de ellas certificadas

Fabricación de pellets en una instalación de la localidad burgalesa de Doña Santos. - Foto: Patricia González

La producción de pellets se incrementó un 25,8 por ciento en Castilla y León en 2022 debido al aumento de su demanda, tanto nacional como internacional, a lo largo de todo el año. Esta situación se justifica en la crisis energética y la incertidumbre por un posible desabastecimiento causado por las noticias de corte del suministro de gas de origen ruso, principalmente, y al embargo a las importaciones de pellets procedente de este país y de Bielorrusia.

El director de proyectos de la Asociación Española de Biomasa (Avebiom), Jorge Herrero, argumentó en declaraciones a Ical que esta evolución confirma la apuesta por este elemento más asequible económicamente en un escenario mundial de precios elevados de otro tipo de producciones de energía, sobre todo las de origen fósil. De este modo, la Comunidad iguala ya cifras anteriores a la pandemia, con 219.420 toneladas el pasado año, el 97% certificadas.

«Distribuidores de pellet de Francia, Italia o Reino Unido, que dependían más de las importaciones de Rusia, las han aumentado desde otras procedencias, como por ejemplo Castilla y León, lo que ha provocado también el aumento de producción», expuso Herrero.

Las cifras de Avebiom desvelan que Castilla y León lidera la producción de pellets, con el 27 por ciento nacional, un dato que por otra parte corresponde a la lógica de ser la autonomía con la mayor superficie forestal del país. Solo Cataluña y Galicia, y en ambos casos de lejos, se sitúan por encima de los dos dígitos, con el 15 y el 11 por ciento de la producción del país, con 122.200 y 77.000 toneladas.

Si se atiende únicamente a la producción certificada, la Comunidad cuenta con 212.600 toneladas, el 97 por ciento. El productos ha mejorado las diferentes tecnologías y trazabilidades que permiten obtener el sello EN plus y que en los últimos años ha supuesto cada vez un peso mayor, al pasar del 90 por ciento de 2018 al 92 de 2019 y entre el 97 y 98 por ciento del último trienio.

En España, la producción total de este producto llegó el pasado año a las 768.300 toneladas, el 87 por ciento certificadas. Se trata de un año récord y casi un 20 por ciento más que en 2021. De ello se encargaron 75 plantas (40 de ellas con EN plus), de las que 13 se ubican en Castilla y León (nueve con sello certificado). De nuevo, con este dato en la mano, la autonomía es la que cuenta con el mayor número de instalaciones, por delante de Andalucía, con 11.

Se duplica el consumo.

En España, datos que solo figuran a nivel nacional, se consumen anualmente 865.000 toneladas de pellets, con lo que existe un margen de cerca de 100.000 toneladas de crecimiento para reducir la importación. El pasado año, las estimaciones de Avebiom indican que fueron los hogares los que consumieron la mayor parte (580.000 toneladas) más del 67 por ciento. El resto, 285.000, se utilizó en calefacción comercial.

Herrero consideró que la instalación de nuevas calderas de pellets en Europa se ha duplicado los últimos años y ya es el sistema de calefacción más eficiente a la hora de renovar una caldera tanto doméstica como industrial. Así, el consumo de pellets se eleva a un ritmo cercano al 20% anual.

El pasado año, en Castilla y León la demanda también fue muy alta y, a pesar de la notable subida del precio, su coste energético «se mantuvo inferior al de otros combustibles fósiles o la electricidad que necesitan las bombas de calor».

En este punto, Herrero destacó que el alto coste de la electricidad necesaria para fabricar los pellets y el alto coste de la madera local han sido las principales causas de este aumento de precios.