Tras uno de los veranos más cálidos que se recuerdan, que el mercurio lleve dos días superando los 28 grados no debería ser noticia. Sin embargo, si este hecho se produce en pleno mes de octubre el hecho empieza ya a ser extraordinario. El popular Veranillo de San Miguel parece que está alargándose este 2022 más de lo previsto (la festividad se celebró el pasado día 29) y dejando temperaturas anormalmente altas para este arranque del otoño.

El culmen de este episodio de estabilidad anticilónica se lo llevó el pasado lunes por la tarde Miranda de Ebro con 30,9 grados centígrados. En Burgos capital, siempre según los datos recabados en la estación que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene en el aeropuerto de Villafría, el mercurio llegó ese mismo día a los 28,7º, tres décimas más de los que se alcanzaron ayer. No se llegó a superar la máxima histórica para un mes de octubre, fijada el día 4 del 2004 con 29,1 grados. Sin embargo, muchos burgaleses sí que notaron el sofocante calor que azotó la ciudad, especialmente en las horas centrales del día.

Buena parte de culpa de este episodio la tiene la intrusión de partículas de polvo procedentes de África. Este fenómeno, que se intensificará más desde hoy, provocará un aumento de los niveles de contaminación. La predicción indica que se alcanzarán valores por encima de 50 ?g/m3 como media móvil de 24 horas, lo que determina una calidad del aire muy mala. No obstante, la entrada de viento desde el Cantábrico provocará un descenso de las temperaturas en la segunda mitad del día.

De cara a las próximas jornadas, la Aemet pronostica que no se rebasarán los 26 grados, con mínimas que podrían bajar hasta los 7.