Viejas glorias muy vivas

L.N.
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Alrededor de 30 coches clásicos se reúnen en la Plaza Mayor de Aranda y ponen el broche a una concentración marcada por las ganas de los amantes del motor de volver a rodar

J. Medrano posa con su coche de 50 años. - Foto: L.N.

El 7 de octubre de 1971 se registró el coche con la matrícula BU 0000 A. Se trata de un Seat 124 Lujo con motor gasolina. Cincuenta años y 23 días después, este vehículo sigue en activo. Su dueño no quiso perderse la concentración de viejas glorias que se ha celebrado durante todo el fin de semana en Aranda de Duero. No fue la única curiosidad del evento organizado por la asociación Clásicos de Aranda. Los amantes del motor disfrutaron de un exclusivo Mustang o de un Seat 800, parecido al mítico 600, pero con cuatro puertas, un modelo muy poco visto. 

Otro que captó buena parte de las miradas de todos los curiosos que se acercaron hasta la Plaza Mayor de la capital ribereña fue un Renault Alpine en un llamativo tono morado del que no se fabricaron muchos ejemplares. Muy cerca, un Seat 850 Coupé rojo que, a sus 60 años, hizo las delicias de pequeños y mayores. Ambos fueron a buen seguro dos de los más fotografiados. 

Sin olvidarse, por supuesto, del vehículo que abrió la concentración con matrícula del Sáhara Occidental. El coche, cuyo propietario Josete Medrano, presidente de la asociación Clásicos de Aranda, terminó de poner a punto hace un par de semanas, data de 1971, aunque se rematriculó en 1976 coincidiendo con el abandono de España de esta colonia. En el otro extremo de la Plaza Mayor, 'cerró' la muestra de clásicos un tractor Barreiros matriculado el 1 de octubre de 1978 que su dueño, David, todavía hoy utiliza para vendimiar. No faltaron los canastos en el remolque ni tampoco los racimos de uvas. 

La guinda, en vísperas del Día de Todos los Santos, corrió a cargo de un Seat 1500 que en su día se empleó como vehículo fúnebre. 

Todos estos vehículos, con más de treinta años, protagonizaron la sexta edición de una concentración que trasciende la pasión por el motor y, además de potenciar el turismo y la gastronomía, sirve para generar lazos de amistad. Hasta Aranda se desplazaron aficionados de Portugal, Valencia, Bilbao, Santander o Madrid seducidos por el lechazo asado, el vino y las bodegas subterráneas. 

La anécdota del sorteo. Para celebrar su sexto aniversario, desde Clásicos de Aranda prepararon un fin de semana de lo más completo con un concurso de motos con al menos 25 años de antigüedad, recogida de fondos a favor de la Asociación Española contra el Cáncer, una comida de fraternidad, un torneo de guiñote, animación musical y hasta un sorteo de un coche clásico. 

Precisamente esta rifa provocó una de las anécdotas de la concentración. Su presidente, Josete Medrano, cuenta que el Renault 9 que sortearon, del año 1980, le tocó al mismo matrimonio de Santander que ya resultó agraciado hace tres años con un Seat Málaga. "Dijeron que querían que se volviera a sortear porque ellos ya habían tenido suerte una vez. Así que se rifó de nuevo y ellos se encargaron de sacar la papeleta, pero todavía no sabemos a quién le ha tocado", expresa al respecto. 

Sea como fuere, Medrano destaca el buen ambiente que ha reinado en el evento y las ganas que había de volver a rodar, de volver a juntarse, pese a que la lluvia hizo acto de presencia. No lo empañó.