Sonorama reduce su aforo y crea otro escenario en el casco

I.M.L. / Aranda
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La experiencia de la fiesta de agua en el recinto ferial se elimina del programa porque no sirvió para desahogar el centro de Aranda. La organización está cerrando el cartel, del que falta por desvelar el 40%

La acumulación de festivaleros que se produjo durante el concierto de C. Tangana no quieren que se repita en esta próxima edición. - Foto: Alberto Rodrigo

La organización de Sonorama Ribera busca aprender de las experiencias anteriores para mejorar la siguiente edición. Tras el 25 aniversario y la apoteosis de asistentes registrada durante la noche del sábado 14 de agosto con el concierto de C. Tangana, en el que se vivió una aglomeración inédita en el festival arandino, la cita de este año contará con un aforo menor pensando en la comodidad de los asistentes. «El año pasado tuvimos que remar dos años muy difíciles y había que vender, por decirlo de alguna manera, todas las entradas posibles, que nos han ayudado a sobrevivir; pero este año queremos tener algo menos de aforo, queremos poner un tope», explica el director de Sonorama Ribera, Javier Ajenjo.

Por el momento, y cuando todavía quedan algo menos de siete meses para que empiece a sonar la música en el recinto del Picón y en las plazas y calles del centro de Aranda, el ritmo de venta de bonos invita a los organizadores a tener unas «expectativas muy buenas». «La venta va de manera absolutamente increíble, estamos por encima de 20.000 entradas, estaríamos sold out en unos poquitos meses, lo cual dice mucho del impacto del festival y de las ganas que tiene la gente de venir», remarca Ajenjo. 

El director del festival apunta que «nos quedan por confirmar el 40% de artistas de este año, lo haremos a mediados de marzo o primeros de abril», para que los sonorámicos estén pendientes para conocer la oferta global en lo que a música se refiere. 

Cambios de escenarios. Quien repita, que serán muchos, la experiencia de vivir lo que es Sonorama Ribera encontrarán novedades con respecto a 2022. Una será la desaparición de la fiesta de agua en el recinto ferial que no resultó útil para el fin que se buscaba con él. «Era una opción alternativa para intentar liberar el centro de Aranda y nos hemos dado cuenta de que todo el mundo quiere bajar al centro y conocer Aranda, ahora nos encaminamos a tener otro escenario urbano que pueda desahogar un poquito toda la afluencia de público», reconoce el director del festival.

En la línea de ganar espacio dentro del recinto del Picón, se van a fundir dos de los escenarios donde actúan esos grupos emergentes o de estilos concretos. «Nuestra intención es juntar el escenario urbano y el más clásico y roquero, serán un escenario gemelo como tenemos los principales, lo que nos dejará más espacio en el recinto», explica la apuesta Ajenjo.

Buscando que haya «la menor repercusión negativa para la población» de la 'invasión musical' de los sonorámicos, ya han comenzado las reuniones con responsables municipales. «Volvemos a desarrollar unos planes importantes a nivel de limpieza, de colocación de baños, reclamados el año pasado y que queremos que haya muchísimos más, pero siempre desdramatizarlo porque hay otras citas a lo largo del año que también producen suciedad, pero que hay que solucionarlo lo antes posible», insiste la cara visible de este festival, el más grande de toda Castilla y León.

En esta preparación de Sonorama Ribera también se está planteando la adecuación de una pradera en la zona del Picón, para que sea polivalente y sirva para otros eventos a lo largo del año. «No es sólo el recinto de Sonorama Ribera, así fue concebido y vamos a trabajar tratando de poner todo de nuestra parte para que no recaiga sobre el Ayuntamiento todos estos costes para acondicionar un poco mejor el Picón y el parque General Gutiérrez», remarca Ajenjo.