Aunque es una práctica conocida desde hace décadas, con la subida de precios que están experimentando los carburantes, la utilización de gasóleo agrícola bonificado, de color rojo, en turismos y otros vehículos no autorizados para ello parece que se está incrementando de forma considerable por lo menos en la comarca del Arlanza, donde en una semana se han formulado cinco denuncias por uso fraudulento del gasóleo B.

La realización de estos controles de verificación de gasoil, apuntan desde la Comandancia de la Guardia Civil, se han realizado de forma aleatoria en esta comarca, pero a la vista de los alarmantes resultados obtenidos la intención es extender las pruebas de verificación por toda la provincia para intentar reducir este fraude que no es nuevo y lleva aparejado cuantiosas multas para los infractores.

En el punto de mira están los agricultores, que son los que tienen las tarjetas para poder acceder al gasóleo B bonificado, que rechazan un uso generalizado de este tipo de práctica. «No merece la pena jugársela porque las sanciones son muy altas y me parece muy bien que realicen controles, cada uno tiene que pagar lo que le corresponde y el gasóleo agrícola es solo para la maquinaria agrícola», señala Miguel, agricultor y ganadero de la localidad de Santa Inés, quien reconoce que hay fraude y que los robos de gasoil se han reducido.

«Toda la vida he oído que hay gente que utiliza este gasóleo para el coche o el todo terreno, pero si haces pocos kilómetros no te sale rentable y se haces muchos te cargas el coche», afirma Álvaro Sáez, un agricultor que considera que no es una práctica generalizada, a pesar de que la diferencia entre un litro de gasóleo A y uno del B puede alcanzar los 50 céntimos. 

No merece la pena jugársela porque las sanciones son muy altas y me parece muy bien que realicen controles, cada uno tiene que pagar lo que le corresponde" - Miguel (ganadero y agricultor)

«Esta semana ha pagado el gasóleo agrícola, con los descuentos y el IVA, 1,05 euros, mientras el A está sobre 1,60, hay diferencia, pero las sanciones por el uso fraudulento son muy elevadas y no merece la pena correr riegos», afirma este agricultor de Santa Inés acostumbrado a mirar el céntimo cuando se trata de llenar los depósitos, entre 3.000 y 4.000 litros. «Esta semana que he cambiado de suministrador me he ahorrado 800 euros porque la diferencia era de 20 céntimos por litro», asegura Sáez, quien ve bien que se intensifiquen los controles para detectar posibles fraudes, «porque el gasóleo agrícola es para maquinaria agrícola y ahora también para la calefacción porque ya no nos suministran gasóleo C y se quema el B, práctica que sí está autorizada», asegura este agricultor que cada dos días tiene que llenar el depósito de 500 litros de su tractor. 

Solo a domicilio. La distribución de gasóleo B se hace en camiones cisterna a las naves e instalaciones agrícolas y son muy pocas las estaciones de servicio que disponen de este tipo de combustible que, además de la maquinaria agrícola, también se puede utilizar otros vehículos como por ejemplo los camiones frigoríficos, apunta Félix operario de una de las pocas estaciones de servicio de la comarca del Arlanza que tiene surtidores de este carburante.

«En toda la mañana solo he vendido una garrafa de gasóleo bonificado, que también se utiliza para calefacción, pero tienen que venir con su tarjeta porque no podemos dar ni un litro si no vienen con su autorización de gasoil bonificado y está justificado», apunta este operario que reconoce que pocos agricultores se acercan a la estación «porque se lo llevan a casa». Por lo que respecta a la utilización de este gasóleo en vehículos que no sean agrícolas, Félix afirma que «no es rentable porque como te pillen los cincuenta euros de ahoro te van a salir muy caros». 

Toda la vida he oído que hay gente que utiliza este gasóleo para el coche o el todo terreno, pero si haces pocos kilómetros no te sale rentable y se haces muchos te cargas el coche» - Álvaro (agricultor)

Esto es lo que les ocurrirá a los cinco conductores que en la última semana han sido denunciados por la Guardia Civil en los controles de verificación de carburantes realizados en la comarca del Arlanza por la sospecha de que se está incrementando el uso indebido del gasóleo agrícola. Por la tarde se volvieron a instalar estos controles que se extenderán al resto de la provincia en los próximos días. 
En estos controles de verificación, los agentes extraen de los turismo, furgonetas o todo terrenos, una muestra de carburante y si la tonalidad es rojiza no hay duda de que se trata de gasóleo agrícola, de tipo B y bonificado, que no es que corresponde utilizar a esos vehículos, que es el A. 

Una vez detecta la irregularidad, los agentes recogen más muestras en envases precintados para su posterior análisis y junto a la propuesta de sanción se envían a la Dependencia de la Aduana e Impuestos Especiales de Burgos, que es la que al final impone la sanción. Para este tipo de infracciones se contemplan sanciones económicas que varían entre el duplo y el cuádruple del valor de la cantidad defraudada y se tendrá en cuenta la medida de combustible que porta en el depósito, la motorización y la cilindrada del vehículo.