Los orígenes del bolo burgalés se remontan al siglo XIV, o incluso antes, y se circunscriben a Burgos y su alfoz, en un radio de unos 30 kilómetros en torno a la ciudad donde se sigue practicando este juego con cierta asiduidad, dependiendo municipios. Rubena, por ejemplo, sacó ayer los bolos «por primera vez en los dos últimos años» y lo hizo para inaugurar las denominadas Olimpiadas Burgalesas Rurales, una iniciativa promovida por la Mancomunidad Encuentro de Caminos para reivindicar este deporte popular, la tuta y la rana, darles visibilidad y animar a las nuevas generaciones a practicarlos para que no caigan en el olvido.
«La bolera es un patrimonio etnográfico de los pueblos», defiende Ismael Ruiz Martínez, alcalde de Rubena, que empezó a practicar este deporte «a los 12-13 años» («cuando nos dejaban los mayores», dice), apoya la conservación de este tipo de instalaciones como lugar de ocio y sociabilización y lamenta la decisión de algunos pueblos de transformar en plazas estos espacios.
La del municipio en el que rige Ruiz se renovó hace unos años y ayer reunió a algo más de una veintena de personas, entre vecinos y jugadores de Rubena, Cardeñuela Riopico y Villayerno Morquillas, localidad invitada para la ocasión. Hoy por la mañana, Quintanapalla ha albergado la competición del juego de la rana y de la tuta y en Olmos de Atapuerca se ha celebrado por la tarde una demostración de otras modalidades de juego de bolos.
El bolo burgalés tiene su técnica y no es fácil encontrar gente joven que lo practique. Actualmente en nuestra provincia hay dos campeonatos, organizados por la Diputación y por la Federación, que se disputan en la época de mejor tiempo, generalmente de mayo a septiembre.
Las partidas son de cuatro juegos, a elegir entre pasabolo (con tres bolos), mano, castro mano, diabla y castro diabla (con seis o nueve bolos), y gana el que más puntos sume. Para jugarlo se necesita una bolera, unos bolos y unas bolas, estas de madera y que pesan «entre 7 y 11 kilos». «Las hay más pesadas y más ligeras, cada uno elige la que más le conviene según su manera de tirar», explica Ismael Ruiz, que se esfuerza en contar a un servidor la dinámica y entre explicaciones intercala apreciaciones del juego: «Cuando la tirada es buena, suena bien», dice. Tomo nota.
Las Olimpiadas Burgalesas Rurales celebran este fin de semana su primera edición pero la Mancomunidad Encuentro de Caminos: Sierra de Atapuerca, Camino de Santiago y Vía Italia, que está integrada por los municipios de Atapuerca, Cardeñuela de Riopico, Fresno de Rodilla, Monasterio de Rodilla, Orbaneja de Riopico, Quintanapalla y Rubena, ha promovido esta iniciativa con vocación de continuidad y el objetivo de reunir en próximas fechas a más gente, a más pueblos, a más jóvenes y, sobre todo, con el propósito de que la tradición perdure.