José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


Poder en bruto

25/10/2022

El poder de las democracias occidentales tal y como las conocemos es un juego de niños comparado con lo que se estila en los viejos regímenes comunistas. Si al estrambótico dictador coreano le conocemos a través de su manía de lanzar periódicamente pepinazos para que sobrevuelen a sus vecinos más cercanos, ahora hemos tenido la ocasión única de conocer en vivo cómo se las gasta el chino recién elegido para un tercer mandato. Estremece el refinamiento gélido empleado para desechar públicamente a su predecesor en el cargo. Le ha humillado hasta el extremo delante de esos miles de robots humanos que obedecen al gesto. No se le movía un pelo y sólo esbozaba lo que parecía una mínima sonrisa de condescendencia llena de oscuros presagios sobre lo que realmente estará pensando. Contundente manera de decir a todo el mundo de dentro y fuera de China lo que cabe esperar a los discrepantes. Poder en su versión más brutal. Seguro que hasta el mismísimo Putin ha tomado nota de esto.

Me imagino las risas que le debe dar a Xi Jinping cuando eche un vistazo estos días a la actualidad de la política británica. Ese jaleo en que se ha convertido el poder en el Reino Unido que a los occidentales nos parece incomprensible tiene que resultarle indescifrable. ¡Con lo fácil que sería hacer un gesto con los ojos a un colaborador para decirle que desaloje a esos vociferantes diputados que se mueven con arreglo a una coreografía que sólo ellos comprenden! Pero esto es lo que hay en el escenario de las superpotencias, que son las que deciden sobre el resto de terrícolas. Y mientras esto sucede en el mundo aquí estamos con lo de la ley trans o festejando que fracase la tubería con Francia porque nos permite sacarnos de la manga otro tubo con un nombre más bonito.

Esto durará un ratito hasta que se nos ocurra otra cosa y luego otra hasta que lleguen las elecciones, cuando la cocina de Tezanos diga que el guiso está a punto. Que las bases sobre las que se apuntala el presupuesto se vayan desmoronando hora a hora no es importante. Como decía el personaje del admirado Forges, «…país».