Pitada monumental y un gesto inesperado

C.P.
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El técnico del Hereda San Pablo, Paco Olmos, fue recibido por la grada con billetes con su cara y silbidos, pero se emocionó con el detalle de sus exjugadores: «Me lo llevaré para el resto de mi vida». También se acordó de Javier Imbroda

Los jugadores del Breogán fueron abrazando uno a uno a su antiguo entrenador. - Foto: Agencia LOF

No había ninguna duda de que Paco Olmos iba a ser el gran protagonista en su regreso a Lugo y el guion del recibimiento hostil se cumplió desde que pisó la pista. La afición le dedicó una pitada monumental, le llamó «pesetero» y le esperó con billetes de dólar con su cara. Toda esa animadversión se podía esperar de una hinchada muy molesta con su marcha y que llevaba calentando el partido meses por las redes sociales. Sin embargo, la sorpresa saltó cuando sus antiguos jugadores se acercaron al banquillo donde estaba y le fueron abrazando uno a uno en un gesto inesperado de cariño que emocionó al ahora técnico del Hereda San Pablo. «Me lo llevaré para el resto de mi vida».

Olmos estaba aguantando el tipo minutos antes del inicio del encuentro mientras la que fue su hinchada arremetía contra él. Entonces, la plantilla al completo del Río Breogán se acercó a él ante la mirada un tanto perpleja del público. «Me quedo con ese gesto que no me esperaba y que realmente me ha emocionado. Todos los que fueron mis jugadores han venido uno a uno a darme un abrazo y eso creo que manifiesta que uno hizo su trabajo. La grada tiene libertad y es soberana, pero me quedo con lo que para mí es realmente importante, un gesto que me llevaré para el resto de mi vida», comentó.

A pesar de la situación tensa que se creó con su salida, Olmos se comportó de forma señorial, felicitó al Breogán por la victoria y halagó también a la hinchada lucense, a la que calificó de «grandísima afición», como «un sexto hombre». «Me alegro por estos jugadores que están haciendo historia para el Breogán» en la Liga Endesa, añadió.

"Siempre me miré en Imbroda por su forma de dirigir". Por otro lado, Olmos se acordó del exseleccionador nacional Javier Imbroda, que falleció ayer a los 61 años, y mandó sus condolencias a sus seres queridos. Compartió una época con Olmos cuando Imbroda era su director deportivo en Melilla  y reconoció que tenía «una relación estrecha» con él. «Siempre fue uno de los entrenadores que miré desde joven. Es un día difícil para el baloncesto», concluyó.