Tenemos que pararnos a pensar. Ya ha pasado suficiente tiempo desde que comenzó la pandemia. Ya hay perspectiva. Hay que sacar lecciones. Porque vendrá otra pandemia, es lo que tiene la globalización. Y nos va a pillar, de nuevo, en paños menores. Me permito sugerir algunas:

1. No se puede parar la economía. La salud es lo primero, de acuerdo. Sin salud no hay nada, conforme. Pero sin economía no hay salud.

2. El confinamiento, y más si es estricto, tiene efectos secundarios, sobre todo en la salud mental. Estamos viendo muchísima patología, nueva y reagudizada. Sobre todo en adolescentes. El índice de suicidios se ha disparado.

3. En las residencias de ancianos ha habido un índice de mortandad muy elevado. Hay que prever muy bien la coordinación Atención Primaria - Residencias de ancianos - Hospitales, con el concurso del transporte sanitario (ambulancias).

4. Se echa en falta una estructura central, que dé servicio a todo el país. El Ministerio de Sanidad no puede estar tan vacío de contenido. Una cosa es transferir las competencias y otra quedarse con casi ninguna. Desde luego para patología infecciosa (ébola, covid, viruela del mono, etc.). Y también para otras actividades 'especiales' (véase la impresionante intervención a un bebé en Burgos, la semana pasada, que se pudo hacer «tirando de amigos» que accedieron a venir de varias provincias, porque no está previsto, no hay protocolo nacional). Eso no puede ser.

5. En situación de crisis extrema hay que centralizar las compras (mascarillas, respiradores) y cuanto más centralizadas mejor: mejor a nivel nacional, mejor todavía a nivel europeo. No debemos competir entre nosotros. Hemos dejado una deuda astronómica.

6. En una crisis de esta magnitud hay que dejar la política (con minúscula) a un lado. Me parece miserable aprovechar la pandemia para arañar unos pocos votos.

¿Alguien va a hacer algo? ¿De verdad no hemos aprendido nada? ¿Seguimos en la política con minúscula?