Burgos volvió a registrar más de cien ERTE el año de la guerra

G. ARCE
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La industria acaparó el 77% de los expedientes, la mayor parte de los cuales se acordaron en las primeras semanas del conflicto en Ucrania y ante el riesgo de una grave crisis energética

Las industrias con la producción más dependiente de la energía han pactado regulaciones de empleo en previsión de parones en la actividad. - Foto: Alberto Rodrigo

El número de expedientes de regulación de empleo (ERTE) no ha dejado de crecer en Burgos desde que se desató la crisis bélica en Ucrania, en febrero de 2022, y ha ido en crecimiento a lo largo de todo el pasado año hasta superar la cifra del centenar. El 77,76% fue presentado por la industria local y el 22% restante por empresas del sector servicios, mientras que, a diferencia de otros años, la construcción prácticamente no recurrió a esta medida para proteger el empleo. 

La Consejería de Industria, Comercio y Empleo contabiliza un total de 3.440 trabajadores afectados, aunque hay varias industrias que han solicitado más de un ERTE para cubrir todo el año pasado y también -en algunos casos- para alargar la medida hasta mediados o la totalidad del presente año, como ha ocurrido recientemente con la automovilística Lear.

Son medidas preventivas y, como tal, su aplicación y afectación a las plantillas está sujeta a la activación o no de las causas por la que se presentaron. Trabajo ha registrado cuatro tipo de causas aunque predominan las económicas, técnicas, organizativas o de producción, recogidas en el 72,5% de los expedientes tramitados.

Un 11% atribuyó sus problemas directamente a la guerra de Ucrania y sus consecuencias y un 8,7% a la carestía de semiconductores, que ha afectado de lleno a la industria de componentes de la automoción y a los fabricantes de maquinaria y equipos. 

Un 4,9% de las empresas justificaron sus ERTE por los paros en el sector del transporte, especialmente en su primera convocatoria del mes de marzo de 2022, donde hubo un seguimiento importante y una incidencia elevada en la logística de las empresas. 

El número de ERTE que se justifican por el precio de la energía apenas llegan al 3%, aunque estos sobrecostes extraordinarios han obligado a modificar producciones y organización en las empresas para intentar minimizarlos.

El número de trabajadores afectados justifica otras causas. Un total de 483 trabajaba en el procesado y conservación de carne y se vincularon a la crisis puntual de exportaciones a China que afrontó Campofrío Frescos y que ahora está en camino de solucionarse. 

358 se dedican a la fabricación de productos de plástico, actividad importante en la industria de componentes del automóvil. Se trata de un sector muy condicionado por la carga o no de trabajo entre sus principales clientes: los fabricantes españoles de coches.

En la fabricación de radiadores y calderas trabajan 305 personas, más en concreto Férroli España, que acordó un ERTEel pasado mes de abril.

Por encima de los cien trabajadores están actividades como la confección de prendas de vestir; la fabricación de piezas, componentes y accesorios del automóvil;la fabricación de chapas y tableros de madera; la fabricación de maquinaria de ventilación y refrigeración;  o la fabricación de cartón y papel, según el balance que realiza la Consejería de Industria, Comercio y Empleo.

Preocupación. En la patronal y los sindicatos preocupó especialmente el cierre del año, ya que desde septiembre el número de ERTE iba en aumento, la mayoría de ellos en previsión de un arranque difícil del presente año, algo que parece atenuarse por la contención de la inflación y, sobre todo, por la constatación de que la temida crisis de suministro energético durante el presente invierno no va a ser tal.
Dicho esto, 2022 terminó con más de 40 ERTEactivos, algunos importantes como el de Cerámicas Gala o Lennox Refac. Es previsible que en próximas fechas se generen nuevos expedientes en la industria de componentes de la automoción, dado que los grandes fabricantes ya los están planteando y se extenderán por toda la cadena de suministradores.

Una característica común de las firmas locales afectadas es el exceso de producción, lo que se ha convertido en un problema porque significa que su cuenta de resultados falla: no venden según lo previsto, desciende los pedidos y, además, en muchos casos han anticipado producción ante el temor de que continúe la escalada de los precios, especialmente los de la energía.

Aliviar salarios a través de los ERTE y parar producciones de forma temporal  son soluciones a la que cada vez acuden más empresas.

Fin de la pandemia. A la vez que crecen los ERTE llamados 'preventivos', los balances confirman que se dan por finalizadas las medidas excepcionales que se activaron durante la pandemia para garantizar la supervivencia de muchas empresas, sobre todo de las más pequeñas y vulnerables.

En esta tesitura llegó a final de año el sector de las agencias de viajes, muy afectados por los problemas de movilidad y los confinamientos desde 2020. En la provincia permanecían 2 negocios con regulación temporal y 6 trabajadores implicados, a los que se suspendió de empleo temporalmente o se redujo su jornada laboral.

El denominado Mecanismo RED, establecido en la última reforma laboral para proteger a sector vulnerables, terminó para las agencias el pasado 31 de diciembre tras ocho meses en vigor. La ley contempla una prórroga de un año pero parece que no se va a aplicar dado que se ha recuperado la movilidad internacional.