Centro Burgos se planta por las exigencias municipales

B.G.R.
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La pandemia impidió la celebración de la Noche Abierta en 2020 y 2021. La asociación del casco histórico reclama que no se exija un plan de emergencia para cada negocio

El evento incluye actuaciones musicales a pie de tiendas. - Foto: Patricia

La Noche Abierta, también conocida como la fiesta del comercio, se había convertido en un clásico en las calles del centro histórico a mediados de septiembre. Las tiendas alargaban ese día su horario de cierre, además de desarrollar actividades a las puertas de sus locales y ofrecer descuentos a los clientes, intentando con ello promover un ambiente de compras en un momento muy propicio para el sector, como es el arranque de la nueva temporada de otoño-invierno tras el fin de las rebajas de verano.

La última edición se celebró en 2019 y la pandemia paró las siguientes, aunque este año el evento peligra, tal y como reconoce la entidad organizadora (Centro Burgos). El motivo que argumenta su gerente, Belén Marticorena, nada tiene que ver con la falta de participación por parte de los establecimientos de este entorno y de la zona sur, con una veintena de negocios durante el año previo a la covid y el objetivo de invitar a las grandes cadenas a sumarse a la cita. Expone en este punto que las dudas sobre su celebración están relacionadas con las «elevadas exigencias» que requiere el Ayuntamiento y que ya despertaron malestar ese año.

Marticorena explica que la Concejalía de Comercio demanda un plan de emergencia a cada negocio participante para el desarrollo de actividades como el desfile de moda, actuaciones de música o demostraciones de tatuadores o maquilladores. «No podemos pedir a cada empresario entre 300 y 500 euros en la situación en la que se encuentra el sector», precisa, al tiempo que propone la posibilidad de que se realice un plan conjunto para toda la actividad comercial.

La asociación apuesta por mantener la fiesta así como las fechas de celebración, a mediados de septiembre, si bien solicitará una reunión a la responsable de este departamento, Rosa Niño, para reclamar que esas exigencias se rebajen y poder sacar adelante la cita. No es la primera vez que se da esta situación, ya que fue en 2019 cuando Centro Burgos recibió la notificación municipal de los planes de emergencia, así como de un seguro de responsabilidad civil de 300.000 euros si la ocupación de dominio público era de productos de alimentación y de 150.000 en caso contrario. De igual forma, si se colocan instalaciones desmontables o casetas, tendrán que recibir el certificado firmado por el técnico del Ayuntamiento.

Finalmente y después de varias conversaciones entre los comerciantes y representantes del Ayuntamiento, que provocaron su retraso, la Noche Abierta se desarrolló a finales de septiembre tras llegar a un acuerdo por el que los comercios cumplían con las obligaciones pero se flexibilizaban los plazos para presentar la documentación.