Es gratificante y muy loable la campaña que han emprendido Rafa Nadal y Pau Gasol para recaudar 11 millones de euros. Una iniciativa que tiene el beneplácito de todo el mundo y así se refleja a través de las redes sociales. Pero también hay posturas, mucho menos visibles y de deportistas con menos posibilidades económicas, que ayudan y muestran su lado más solidario. Un compromiso enorme, que merece una ovación es el que está teniendo Augusto Lima.

El pívot del San Pablo está dando dinero para que los más necesitados puedan comer en este tiempo de pandemia. A mitad de semana, ya había ayudado a seis familias españolas. Gente necesitada de Burgos, Cartagena, Madrid y Zaragoza han recibido la ayuda del jugador brasileño, que está pasando la cuarentena en Murcia, junto a su niña, Alba de 3 años. "El 17 de mayo cumpleaños", comenta orgulloso Augusto Lima, con la esperanza de poder celebrarlo al aire libre.

Charlando con un amigo, a través de Instagram, surgió la idea de poder ayudar. "Esta crisis está dejando a muchas familias sin comida". Con esta certera reflexión decidió ayudar y lanzó un mensaje en Twitter. 

"Si alguien no está trabajando, no recibe ayuda del gobierno y en algún momento se le termina la comida, léame bien. Por favor, no se vaya a la cama sin comer. Escríbame sin miedo que de lo poco o lo mucho que tengo estaré para compartirle alimento. A mí me enseñaron que donde come uno comen dos. Tenemos que ser agradecidos y menos egoístas!"

Un mensaje solidario meridianamente claro, que ha servido para ayudar a seis familias. "No las conozco", confirma.

No concede mayor importancia a esta gran obra desinteresada, pues considera esencial ayudarse unos a otros. Valora la iniciativa de dar dinero de otros deportistas. "Los millones que van a dar Cristiano y Messi están muy bien; demuestra que todos somos humanos".

Por contra, considera que hay actitudes muy hipócritas. "Es muy fácil decir quédate en casa cuando vives en una mansión de 3.000 metros cuadrados, con piscina, gimnasio, etc. Lo jodido es estar en cuarentena 5 personas en un piso de 60 metros cuadrados".

Dentro de la angustia que está generando la crisis sanitaria, Augusto Lima está feliz porque puede ver libremente a su pequeña. Económicamente tampoco tiene mayor preocupación. "El año que viene volveré a jugar y me recuperaré".

Mantiene una actitud positiva no solo por estar cerca de Alba, sino porque está convencido de que esto pasará; aunque admite que "es muy duro. Intento ser positivo y pensar que vamos a sacar a flote esta temporada. Todos estamos esperando el pico y nunca llega. Es como una película de terror, pero esto pasará".

Siente un poco de angustia por sus compañeros del San Pablo Vitor Benite y Bruno Fitipaldo. "Están solos y muy lejos de su familia", recuerda. 

Con la vitalidad que le caracteriza y el espíritu solidario y comprometido que cultiva, Augusto Lima está convencido de que habrá una lectura positiva una vez pase la pandemia. "Estoy seguro de que esto nos hará valorar la vida mucho más. Tardará un tiempo en conseguirse la recuperación económica, pero a la hora de tomar decisiones nos daremos cuenta de que en un suspiro todo puede cambiar y que algo invisible como un virus mata y nos transforma la vida. Estoy convencido que apreciaremos mejor la vida", vaticina Augusto Lima, el hombre grande en la pista del San Pablo y en su vida personal.