Amantes de la naturaleza y los animales, los veterinarios Verónica Casado y Benito Fernández han encontrado no solo su lugar sino un  proyecto con el que cumplir sus sueños desde que se conocieron estudiando la carrera en la Universidad de León. Ese lugar es San Millán de Juarros (pedanía de Ibeas), donde llevan un tiempo instalados, con su hijo León, y desde donde han puesto en marcha un proyecto pionero en Castilla y León, una unidad móvil veterinaria que lleva incorporado servicio de cirugía, lo que le confiere un carácter diferenciador con cualquier otra iniciativa similar. Así, Servicios Veterinarios BV incluye la atención general a los animales, vacunaciones y desparasitaciones, identificación de microchip, limpieza dental e intervenciones quirúrgicas, todo ello a domicilio, con lo que San Millán es su referencia, pero el servicio se presta en cualquier punto de la provincia o la capital, aunque se centra sobre todo en la zona de Juarros y su entorno. Además, gracias a la unidad móvil, ambos veterinarios pueden llevar a cabo otros servicios en colonias de animales, como controles de esterilización o tratamientos de enfermedades que no solo tienen los animales sino que, incluso, pueden llegar a transmitirse a los humanos.Ambos tienen una amplia carrera profesional, aunque mientras  acudían cada día al trabajo, sus mentes maquinaba algo diferente, como vivir en un pueblo y desde éste trabajar con los animales; montar una clínica veterinaria en el medio rural resultaba arriesgado, por lo que finalmente han encontrado en la unidad móvil su mejor manera de prestar el servicio. Verónica reconoce que fue una de sus hermanas quien un día les comentó esa posibilidad y aunque al principio no lo veía claro, poco a poco comenzó a informarse y a creérselo. Así, tramitaron los permisos pertinentes hasta poder por fin salir a los pueblos y operar en la unidad desde apenas hace 20 días.  

    Beni está especializado en industria alimentaria y ha trabajado en los departamentos de calidad de varias industrias alimentarias y en mataderos, aunque reconoce que siempre le atraía la clínica; además elabora planes de higiene para restauración e industrias alimentarias. Verónica ha desarrollado su profesión con la ganadería (ovino y vacuno) en las campañas oficiales de la Junta y ha trabajado en la Protectora de Animales de Burgos, donde abrió un consultorio propio para los animales que tenían en sus  instalaciones, por lo que fue acumulando experiencia, incluida la cirugía, que asegura que le encanta, pero que a domicilio no se podía realizar, de ahí que ahora equipada para ese fin la unidad móvil, puede cumplir su sueño. Así, el vehículo dispone de quirófano, máquinas de gases y oxígeno, microscopios e iluminación, además del material e instrumentos con los ya contaba, incluidos los kits analíticos. Además la actividad requiere permisos de gestión de recursos para agujas, y contenedores.Verónica aclara que no puede llevar a cabo todo tipo de cirugías, y que las que realizan tienen que ser planificadas; entre éstas se contemplan, por ejemplo, castraciones, extirpaciones de bultos o tumores, extracciones de cualquier elemento en ojos y otra parte del cuerpo, coser heridas, limpiezas dentales... pero no, por ejemplo, una operación de urgencia de una rotura de huesos porque no lo permite la ley. Para este tipo de casos, Verónica y Beni trabajan con tres clínicas a las que desvían ese tipo de intervenciones. Sus clientes han llegado, fundamentalmente, por el boca a boca, la publicidad en sus vehículos y los anuncios en los programa de fiestas de los pueblos, sin olvidar las redes sociales facebook e Instagram donde cuelgan fotos y vídeos. "Tampoco queremos asumir más carga de trabajo que la que podamos atender", dicen.

   El matrimonio se ha integrado en la vida del municipio, Beni, por ejemplo, está en el grupo de teatro de Ibeas. Por su parte, Verónica forma parte del grupo de danzas de Torresandino,