El campo burgalés se desarrolla con adelanto

I.P.
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La expectativa en el cereal a esta altura de campaña es satisfactoria, con buena nascencia tanto de los cultivos tempranos como en tardío

Aspecto actual de una parcela de cereal, con el pueblo de Villayerno Morquillas al fondo. - Foto: Jesús J. Matías

A estas alturas del año, con la primavera recién comenzada, es aventurado prosnosticar cómo será la campaña cerealista en la provincia, pero lo cierto es que en estos momentos, las organizaciones agrarias y el propio Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, constatan un excelente estado de desarrollo de los cultivos herbáceos, debido a las condiciones climatológicas, que siempre condicionan el sector; en ese caso, un invierno relativamente benigno y un buen grado de humedad en el campo desde el pasado otoño han contribuido a crear las mejores condiciones para la nascencia y posterior desarrollo de los herbáceos. En todo caso, a estas alturas el campo ya comienza a necesitar algo de agua, de forma periódica, apunta Esteban Martínez, presidente provincial de Asaja, y es que las últimas lluvias han caído de forma irregular, y en la provincia de Burgos en menor medida que en otras de la comunidad autónoma.

En cuanto a los cultivo tempranos, sembrados en octubre, su desarrollo está adelantado, incluso hasta en tres semana; en este caso, es donde más riesgo hay de los efectos de posibles heladas, aunque no si se producen en esos momentos, porque el cereal no ha espigado y no sufriría daños. En este sentido, alertan los agricultores, los más afectados serían los frutales, que ya están en flor, y el viñedo, no los trigos ni las cebadas.

Y a la espera de esas lluvia, los agricultores se afanan esos días en tirar abonos nitrogenados y herbicidas, además de preparar el terreno para sembrar el girasol, labor que comenzará dentro de unas tres semanas. A este respecto, desde el Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, se adelanta que este año se aumentará previsiblemente la superficie de este cultivo porque en algunas comarcas se hizo tarde para sembrar el cereal por las precipitaciones y se optó por dejarlo  y preparar las fincas para girasol.

Tanto el jefe del Servicio Territorial como los sindicatos valoran el buen estado de los cultivos en estos momentos, y coinciden en que se mantiene en condiciones similares en todas las comarcas y que, incluso, las diferencias están este año en los sembrados tempranos con los tardíos en un mismo término municipal. Y si el cereal sembrado a primeros de otoño está adelantado unas semanas en su desarrollo, el tardío está naciendo a un ritmo normal para la época del año en la que se está, explica Cristian Martínez, coordinador provincial de Coag, que en todo caso, explica que lo que hará buen campo «será las lluvias de abril, en caso contrario, la situación actual cambiará lamentablemente». Martínez incide en que el mayor peligro podría estar si llegan heladas las próximas semanas en los cultivos de octubre, la cebada, y en trigos de ciclo corto que hayan espigados, pero en todo caso, manifiesta que lo importante en esos momentos es que llueva.

En cuanto a la aparición de algunos hongos, como la roya amarilla, Cristian Martínez, explica que en principio en la provincia apenas se ha visto, aunque sí en otras como Palencia y Valladolid donde está aún más adelantados los cultivos. Por otra parte, el coordinador de Coag explica que estos días el contraste de temperaturas entre la noche y el día puede tener efectos negativos en el cereal donde se tira ahora herbicidas. 

En similares términos se expresa el presidente de Asaja, que apunta que ahora lo principal es que llueva, «y parece que así va ser a primeros de abril, según los pronósticos», dice alertando de que hay zonas de la provincia donde urge más, como en la del Pisuerga donde lleva sin llover bastante tiempo. En todo caso, comparte las opiniones de que el desarrollo del cereal está siendo bueno, como también explica Susana Pardo, presidenta de la UCCL que también incide que las heladas de ahora no perjudican. Ambos añaden que la clave de una buena cosecha estará en lo que hace desde mediados de abril a mediados de junio.