Por más que ya haya una sensación generalizada de que la pandemia por covid-19 se ha terminado -y no es extraño debido a que desde la semana pasada ya no son obligatorias las mascarillas en lugares cerrados salvo algunas excepciones- lo cierto es que hay personas que siguen contagiándose, enfermando y algunas, de tal gravedad, que aún necesitan hospitalización e incluso una temporada en las unidades de cuidados intensivos. Esta situación, además, se ha incrementado en los días posteriores a la Semana Santa con aglomeraciones en actos religiosos o en establecimientos de hostelería, que han favorecido un repunte de los casos y, como consecuencia, de la venta de los test de antígenos, que se adquieren en las farmacias.
Esta es la percepción que transmiten a DB las farmacéuticas Piedad García y Mercedes Pérez Puente, que sí han notado un aumento de la venta de estas pruebas. «Hay muchas personas que comienzan con síntomas respiratorios y como ha habido también un pico de estas patologías la gente adquiere los test para descartar que sea covid», explica Pérez Puente, que considera muy acertado que se siga manteniendo la obligatoriedad de llevar la mascarilla al entrar a una farmacia: «Aquí viene mucha gente vulnerable o que, directamente, está enferma porque no todo el mundo tiene a alguien que le haga las compras. Y frente a esta situación tenemos que seguir protegiéndolas porque somos establecimientos sanitarios a los que la gente está obligada a venir a por sus medicamentos, no somos como otro comercio al que se puede posponer una visita».
Con respecto a la venta de mascarillas, ambas profesionales coinciden en decir que no está habiendo un descenso significativo en las ventas, fundamentalmente porque las farmacias -salvo en los primeros momentos, allá por marzo de 2020- nunca han sido lugares exclusivos para la venta de las mismas sino que se han podido comprar en todo tipo de tiendas y supermercados aunque, apunta Piedad García que sí se nota que cuando las personas necesitan un cubrebocas de mayor efectividad, es decir, las conocidas como FFP2, sí que suelen adquirirlas en la farmacia «porque encuentran mayor seguridad».
Los últimos datos que ha ofrecido la Consejería de Sanidad -que desde el 15 de marzo ya no los da diariamente sino martes y viernes- indican que en Burgos había el pasado día 22, 82 pacientes ingresados por covid en los tres hospitales de la provincia y 5 en la UCI del HUBU, que es el único de la provincia con unidad de críticos.