Emiliano Aguirre, "maestro, colega y amigo"

I.L.H.
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Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga o María Martinón ensalzan la figura del 'padre' de Atapuerca y de la paleontropología en España, que ha fallecido en Madrid a los 96 años

Emiliano Aguirre, "maestro, colega y amigo" - Foto: Jesús J. Matías

Eudal Carbonell, codirector de Atapuerca

Ha sido un maestro, un colega y un amigo 
Para mí sobre todo ha sido un maestro, luego se convirtió en un colega y al final en un amigo. Recuerdo la primera visita con él a los yacimientos de Atapuerca cuando le conocí en 1976. Fue en el congreso de Murella, donde acudió junto con Trinidad Torres con la mandíbula descubierta. Me he acordado también de las discusiones filosóficas que teníamos en las comidas en Los Claveles y en las conversaciones sobre el equipo de investigación. Sin duda es el padre de Atapuerca porque sin él no estaríamos aquí Arsuaga, Bermúdez y yo. Su legado documental, que se está investigando, será también importante.

José María Bermúdez, codirector de Atapuerca

Dio a Atapuerca el empujón que requería 
Es como perder al padre científico. Porque no fue mi director de tesis, pero sí uno de mis mentores. Es indiscutible todo lo que ha hecho por la paleontología y no es una figura cualquiera. Sin Emiliano Aguirre Atapuerca no existiría, al menos como lo conocemos. El fue el que le dio el gran empujón que necesitaba, y más en la que época en el que lo hizo cuando todavía había poco que contar. Y fue el que decidió montar un equipo multidisciplinar para que luego nosotros pudiéramos darle esa proyección que hoy tiene. Personalmente a mí me concedió una beca y me quedé en buena medida por él.

Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca

Es una figura histórica en la ciencia española 
Es una figura histórica en la ciencia española en general y en la paleontología de mamíferos más concretamente. Es uno de los padres de la paleantología de vertebrados, junto a Miquel Crusafont, y el único padre -el padre y la madre- de la paleantropología. Y de Atapuerca por supuesto. Dejarlo solo en el 'padre de Atapuerca' es reducirlo mucho, porque también ha formado a numerosos investigadores y ha trabajado con otros grupos de mamíferos. Su tesis, por ejemplo, la hizo sobre elefantes.

Fue uno de mis maestros; creo que a los maestros además los eliges. Lo conocí en la universidad.

María Martinón Torres, ddirectora del cenieh

La paleontología en España es deudora suya 
Coincidí con él en el Museo de Ciencias Naturales, pero cuando llegué a Atapuerca él ya estaba jubilado. Es una figura extraordinaria, única, especial, brillante, inteligente, un visionario, con conocimientos globales, un científico y un humanista. No es solo Atapuerca. La paleontología en España es deudora suya y está reconocido en todo el mundo. Viajaba a congresos cuando nadie viajaba, y ha abierto camino. Es el padre de los yacimientos burgaleses sobre todo por la forma en que en España se hacen las cosas ahora: con un equipo multidisciplinar, con proyecto de investigación y con científicos españoles.

Antonio Méndez Pozo, presidente de la Fundación Atapuerca 

El nuevo edificio llevará su nombre  
Era un hombre de ciencia enamorado de Atapuerca. La tristeza para quienes le admirábamos, apreciábamos y respetábamos es muy grande. Burgos debe recordarle como un gran precursor de los yacimientos de la sierra. Desde la Fundación Atapuerca llevamos tiempo queriendo hacer una ampliación del edificio, para lo que ya hemos comprado los terrenos. Allí se albergará el legado de Emiliano Aguirre que se está digitalizando y propondremos que ese edificio lleve su nombre. Su mérito, además, es haber sabido transmitir el cariño por Atapuerca y que su legado siguiera de la mano de los tres codirectores.

Javier Castellanos, presidente de la Fundación Emiliano Aguirre

Su modo de trabajar dio el éxito a Atapuerca
Es una figura de prestigio internacional. Para la ciencia es una referencia, porque en Atapuerca comienza el proyecto de una manera absolutamente científica y con mucho rigor. Esa forma de trabajar ha hecho de Atapuerca el éxito que es hoy -sin merecer a los actuales directores- porque desde el principio vio sus potencial. Recorría las excavaciones de medio mundo y acudía a congresos internacionales cuando era difícil encontrarse a científicos españoles en esos foros. Lo que más admiro, al margen de lo dicho, es su gran humanidad. La Fundación que presido tiene ya el 40% de su legado digitalizado.