María Jesús Jabato

Señales de vida

María Jesús Jabato


Venturilla

29/04/2022

Vaya por Dios. Ahora resulta que a este Ayuntamiento, que no levanta nada, se le cae el arco de Fernán González. Lo ha dicho la concejala Ovejero, que se ha dado una vuelta por la vieja calle Tenebregosa, ha visto las tinieblas que se ciernen sobre el arco y ha corrido despavorida a dar la voz de alarma para evitar que se venga abajo. La concejala no lo sabe, pero ha hecho lo mismo que otro burgalés, que vio en 1832 el arco desnivelado y dio aviso al corregidor. Como aquellos tiempos eran otros tiempos, salieron ipso facto al balcón municipal los trompeteros revestidos de hopalandas y se convocó sesión extraordinaria del Concejo, donde se propuso numerar las piedras del arco, desmontarlo y volverlo a construir. Y hete aquí que, en tan decisivo momento, uno de los vecinos que asistían a la sesión protestó airadamente y dijo que si el Obelisco de Calígula en Roma pudo enderezarse con cuerdas, lo mismo podía hacerse con el arco de Burgos, ofreciéndose a llevar a cabo el trabajo con dos tornos, cuatro poleas, cien varas de maroma y veinte operarios, todo ello costeado por el erario público, claro, que bastante hacía el hombre poniendo su ingenio. Y dicho y hecho. Se llamaba Venturilla y en reconocimiento a su logro se le otorgó el título de maestro de obras de la ciudad.

Pero hoy no tenemos Venturillas en el padrón municipal, así que hay que conformarse con que la concejala Ovejero se eche las manos a la cabeza, que no es poco teniendo en cuenta como está el patio, o sea, el solar, que el patio está como un solar, sin vuelos en Villafría, sin café en el Museo ni en el Teatro Principal, sin bulevar en Gamonal, sin promociones en Promueve y con el vivero de empresas herido de muerte, y no seguimos, que no es cuestión de embarrar este suelto hasta la última línea. El arco de Fernán González se desmorona y tal vez ya esté en marcha un lento expediente en alguna oficina en la que habrá, dice Benedetti, una tos reseca/ como de cigarrillo/ después/ un comentario murmurado/ un arrastre de silla/ dos bostezos/ la lectura del acta anterior... Y la cigüeña que corona el arco desgarbadamente blanca emigrará por san Mateo, y volverá por san Blas, y el expediente seguirá en la oficina en la que, ya se sabe. Habrá toses, y murmullos, y arrastres de sillas, y bostezos, y… 
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