La Policía Nacional ha detenido a un hombre 57 años después de cometer decenas de robos -40 de ellos ya acreditados- en naves industriales, merenderos y viviendas del alfoz, en algunas de éstas cuando estaban los los inquilinos dentro. El Grupo de Robos de la Comisaría llevaba persiguiendo a este delincuente -ha ingresado en prisión- desde finales de 2018, pero las dificultades para identificarle han sido numerosas, debido sobre todo a que "tocaba muchos palos", no estaba especializado en objetivos concretos y usaba distintos procedimientos para colarse en los lugares que elegía, desde el uso de palanquetas para forzar puertas hasta el escalo.

Su errático modus operandi, que llevaba despistando a los investigadores durante más de dos años, terminó por delatarle. Al observar que en sus botines se llevaba "efectos sin demasiado valor", simples adornos, los policías consultaron sus archivos para comprobar si había algún perfil que destacara por esta forma de actuar un tanto impulsiva. Y lo hallaron, un hombre al que ya habían detenido en el año 2005 por hechos similares, cuando le imputaron más de 50 robos y hallaron en su poder, en el barrio de San Cristóbal, centenares de efectos sustraídos.

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Tras salir de prisión a finales de 2017 fijó su residencia en el barrio de Villatoro, donde la Policía ha hallado la mayoría de los objetos que ha robado en estos dos últimos años, desde joyas hasta bicis de alta gama, pasando por esculturas de jardín. Durante el estado de alarma no cesó en su actividad delictiva y se atrevió a entrar en el centro médico de Villatoro, donde sustrajo varios equipos informáticos, lo que obligó a paralizar las consultas. Ese material ha aparecido en su casa. La Policía Nacional hace un llamamiento para que todos aquellos que crean ser víctimas de este ladrón -actuó en el alfoz, sobre todo en su barrio, Castañares y Villímar- acudan a la Comisaría para reconocer los efectos sustraídos.