Los vecinos del número 28 del paseo de los Pisones se llevaron ayer un buen susto. Efectivos del cuerpo de Bomberos de Burgos acudió a primera hora de la tarde para sofocar un conato de incendio que se originó en una de las viviendas del tercer piso. Al parecer, la persona que residía allí se había olvidado una sartén al fuego, lo que desembocó en un pequeño siniestro. Por suerte, no hubo que lamentar heridos ni intoxicados, pues la rápida actuación de un vecino fue clave para que todo se quedara en una anécdota. 

El suceso tuvo lugar pasadas las 15.30 horas, cuando una llamada al centro de emergencias 112 de Castilla y León alertó de que de una de las viviendas del número 28 del paseo de los Pisones salía mucho humo. La sala dio aviso a los Bomberos, que rápidamente movilizaron cuatro vehículos autobomba y autoescala. A su llegada, apenas tuvieron que terminar de sofocar las pequeñas llamas que se habían originado en la cocina de uno de los domicilios del tercer piso. 

Según pudieron esclarecer posteriormente los técnicos del servicio municipal de extinción de incendios, el siniestro comenzó después de que el propietario de la vivienda se quedara dormido con una sartén al fuego. Ni siquiera le despertó el olor a quemado y a humo. Por suerte, un vecino sí se alarmó y reaccionó a tiempo para romper la puerta, entrar a despertarle y ayudarle a salir. Asimismo, también pudieron apagar las primeras llamas. 

El hombre estuvo aturdido por el humo durante unos minutos, pero no fue necesario solicitar la asistencia de los servicios sanitarios. El fuego no fue más allá de la cocina afectada, donde se produjeron diversos daños materiales, y el resto del edificio quedó intacto, según apuntaron fuentes del servicio de Bomberos.