Antidepresivos al alza, pero menos que tras el confinamiento

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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En 2022 se mantuvo el aumento de estos fármacos (4,85%) aunque más moderado que el año anterior, en el que se disparó un 6,5%, y no llega al que se produjo en 2008 (7,3%)

La Red Centinela sanitaria de Castilla y León va a analizar este año el consumo de psicofármacos. - Foto: Luis López Araico

El año pasado la prescripción por receta médica de antidepresivos dispensados en farmacias experimentó en la provincia de Burgos un crecimiento del 4,85% con respecto a 2021, según datos oficiales de Sacyl. Así, los burgaleses consumieron 323.072 envases de estas pastillas, que supusieron un gasto total de 4.543.994,18 euros. Este aumento, no obstante, no llegó al que se produjo entre 2020 y 2021 -justo después de la parte más dura de la pandemia con el altísimo número de enfermos y fallecidos, el confinamiento más estricto, el cierre de negocios y la restricción de movimientos- que supuso un 6,47% más de consumo de esta medicación que se utilizar para tratar estados depresivos pero que también se receta para la ansiedad, el insomnio o el dolor crónico. 

Ese 6,47% de incremento tras la peor catástrofe social que se vivió en cien años se queda corto si se compara con el aumento de las recetas de antidepresivos que se experimentó en Burgos entre 2007 y 2008, justo cuando se iniciaba la anterior crisis económica. Entonces, el número de envases pasó de 195.682 a 210.093, un 7,3%, siempre también en datos del sistema público de salud. Nunca se ha vuelto a experimentar un crecimiento de estas característica en todos los años desde 2007. 

Entonces, los expertos contaban que frente a los despidos, a los recortes en sueldos y al cierre de muchas pequeñas empresas las personas respondían con estados emocionales alterados y esta medicación les ayudaba. La mayor parte de ellos eran y son prescritos por médicos de Familia, que suelen ser quienes más conocen a sus pacientes, muchos de los cuales, directamente piden 'algo' para sobrellevar las dificultades de la vida. 

En el consumo de ansiolíticos ha habido un pequeño repunte de apenas un 0,17% más de envases en 2022 que en 2021 pasando de 300.613 a 301.143. Los envases de antipsicóticos (efectivos frente las a alucinaciones, las ideas delirantes, el pensamiento desorganizado y la conducta agresiva que producen la psicosis) crecieron un 2,37% en la provincia de Burgos y los hipnóticos y sedantes, un 3,5%. En cuanto al gasto, la factura total de todos estos envases de antidepresivos, ansiolíticos, antipsicóticos e hipnóticos y sedantes (con receta y dispensados en farmacia) se elevó en la provincia de Burgos a 11.342.348 euros, el 15% del total de Castilla y León. 

Estudio de la Red Centinela. La Red Centinela sanitaria de la Junta de Castilla y León va a llevar a cabo en 2023 un análisis de la demanda y prescripción de sedantes y antidepresivos. El objetivo es conocer cuánto se piden y cuánto se recetan estos medicamentos, qué tipo de población los consume y cómo ha variado el patrón desde otro análisis que se hizo en 2007. 

Entonces, la Red Centinela constató una disminución global de la prescripción, el mantenimiento del patrón de distribución por sexo -mayor en mujeres que en hombres- y el descenso de la edad media de la primera prescripción en unos 10 años. Pero como los últimos estudios sobre trastornos de ansiedad y la depresión «apuntan a un incremento significativo ocasionado en parte por la pandemia de covid y a que la afectación por sexo y, sobre todo, por edad pueda haberse modificado» estos sanitarios van a registrar lo que ocurre en sus consultas y a analizarlo.

La Red Centinela es un sistema de información, vigilancia en salud pública e investigación epidemiológica, que se conforma con la aportación de actividad voluntaria de más de 300 profesionales sanitarios de todas las provincias.