La alcaldesa de Puente Arenas, Begoña López, junto a un buen número de vecinos voluntarios ha trabajado durante toda la legislatura para embellecer la localidad valdivielsana que el viernes inició la celebración de San Antón después de mucho tiempo. Sin embargo, unos amigos de lo ajeno con mucha destreza en los trabajos de altura o con poco o ningún temor al peligro han aguado un poco la fiesta llevándose los ocho flamantes focos que iluminaban el puente sobre el río Ebro desde hace solo un año.

Los dispositivos led que también ornamentaban el puente con diferentes colores y que le costaron 10.500 euros a la junta vecinal volaron la semana pasada. Nadie sabe con certeza que noche se ha producido el robo, pero una vecina ya los echó de menos el jueves y la alcaldesa se percató el viernes de que faltaban todos. El último día que los encendieron fue el pasado domingo. Había dos sobre cada uno de los cuatro tajamares que sobresalen de los pilares del magnífico puente de piedra. La construcción que da nombre al pueblo fue levantada en el siglo XVI y remodelada en 1885 y desde enero de 2022 lucía más bonito que nunca, sobre todo, los fines de semana. Antes, en 2021 la junta vecinal obtuvo autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro y realizó una gran limpieza de la vegetación de la ribera del Ebro que permitió observar mejor que nunca su amplitud.

El viernes se iba a volver a iluminar con motivo de las fiestas, pero no fue posible. La alcaldesa interpuso la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Villarcayo que envió una patrulla a estudiar el terreno. Pero las lluvias de estos días han hecho desaparecer casi todas las huellas y rastros que los ladrones pudieron dejar sobre los tajamares. 

Begoña López duda de si los ladrones descendieron por una escalera los entre 4 y 5 metros que separan la plataforma del puente del lugar donde se encontraban los focos o eran expertos en escalada y se descolgaron con un arnés desde la barandilla. Desde luego fueron hábiles y silenciosos, porque nadie les escuchó, aunque es cierto que en las cercanías del puente apenas una vivienda está habitada y no de forma continua.

La alcaldesa califica el robo de «muy difícil» y alerta a otros municipios del peligro que corren sus focos, a la vista del limpio trabajo realizado en Puente Arenas. De momento, la Guardia Civil no ha tenido conocimiento de ninguna otra sustracción de material de estas características en la comarca desde que hace ya varios años robaran los que iluminaban la ermita románica de San Pantaleón, en el Valle de Losa.