Más de 700 personas presenciaron ayer la conferencia que, dentro del foro de divulgación Hubers, impartió por streaming Alberto Bosch desde su casa en el campo, ubicada a 60 kilómetros de Barcelona. Allí vive este estado de alarma preparando nuevos proyectos para cuando todo esto acabe. Conferenciante, emprendedor y escritor, ha cruzado la Antártida sin asistencia, completado el proyecto '7 cumbres' y participado 9 veces en el Dakar. Ayer por la tarde se conectó con el público burgalés para hablar de serenidad y adaptación con el lema Haz muy bien lo que dependa de ti, porque lo que viene a ser incierto y complejo. Antes de la ponencia virtual concedió esta entrevista a Diario de Burgos. 

Haz muy bien lo que depende de ti. ¿Ahora es quedarse en casa, no?
Esto es una acción reactiva, evidentemente, pero lo que depende de ti no es solo quedarte en casa, que es lo lógico si no perteneces a una actividad esencial. En casa puedes hacer muchas cosas y depende de qué actitud adoptas. Puedes estar entreteniéndote, pasando el tiempo, quejándote o ser proactivo; tener una actitud positiva frente a las circunstancias que hay. Una parte de queja o reivindicación está bien, pero no te lleva a mucho. Lo importante es pensar qué puedo hacer y qué parte depende de mí, tanto para mí mismo, para mis resultados e intereses, como para el interés de los demás, ya sea la organización en la que trabajas o la sociedad en la que estás. 

¿Cómo se tiene una actitud positiva en las circunstancias actuales?
Hay que tenerla siempre, ante cualquier circunstancia, que no es lo mismo que estar motivado o ser optimista. Tener una actitud positiva es básico y para mí no es aquella que piensa que las cosas irán bien o necesariamente bien, sino la que piensa que, con independencia de cómo vayan las cosas, yo estaré bien, me preparé bien y haré lo mejor que pueda las cosas que dependan de mí para que vayan mejor. Esto hay que entrenarlo. Pasar de ser víctima a ser luchador, no verlo todo como un problema sino también como oportunidad, que las hay siempre.  

¿Cómo se pasa a la acción?
Saber que la conciencia, la información, la educación... no salvan al mundo ni a ti. Solo te salva la acción, consciente, formada e informada. No puedes ir por ahí sin conocimiento. Lo que es importante es lo que actúas y en los momentos críticos más, porque determinas un poco lo que marcará el futuro personal y el de tu entorno. Siempre se puede hacer. Yo ahora me encuentro en mi casa prácticamente sin facturar y trabajo como un loco. Estoy sembrando, planificando proyectos, preparando estrategias... La seguridad y la tranquilidad no podemos esperarla del entorno o de fuera porque ni estaba ni estará, depende de estar bien en estas circunstancias y eso es lo único que podemos trabajar.

¿Puede ser un buen momento para buscar proyectos?
Claro que sí, pero también depende porque las circunstancias son muy variadas. Es una gran oportunidad para formarse. Estos días, por ejemplo, una cosa muy sencilla es exigirse no ver ninguna serie en español, ni una. La gente se gasta mucho dinero en ir a clases de inglés y ahora puede hacer ese esfuerzo. Haz que tu entretenimiento esté a tú servicio. 

Como aventurero ha vivido unas cuantas experiencias límite. ¿Qué ha aprendido de todas ellas que le están sirviendo en este momento?
La verdad es que bastantes cosas. No es la primera vez que estoy confinando. En el mundo de la aventura me ha pasado varias veces el hecho de estar aislado. En la Antártida estuve 15 días bloqueado en una tienda sin poderme mover y después 48 solo hasta llegar al Polo Sur porque mi compañero abandonó. Se aprende algo muy básico, que es serenidad y adaptación. En momentos críticos tienes que estar sereno, centrado, concentrado... no desbordarte porque serás ineficiente. Y adaptación es entender la realidad y aceptarla, lo que no quiere decir que te guste o que tengas que resignarte. También a decidir bien y rápido a la vez. Hay que entender que la mente es una herramienta muy poderosa tanto para decidir en positivo como en negativo, y está diseñada para sobrevivir no para hacerte feliz ni para triunfar en los negocios. Debe entrenarse igual que el cuerpo para que, sea cual sea la circunstancia, como la de ahora que es dramática, tenga un entorno favorable en el que pensar. Si no, se va a asustar y bloquear. Son tiempos de resiliencia.

¿Cómo vive el confinamiento alguien que se pasó 48 días aislado en la Antártida?
Salvando que esto es un drama en general, la verdad es que lo estoy viviendo con plenitud. Es una ocasión excelente para desarrollar muchas cosas en las cuales el tiempo está a mi favor, ya que normalmente va en contra. En el ámbito familiar, está siendo magnífico porque ahora estoy todo el día con mis hijos y hemos creado unas complicidades brutales. Aprovecho también para elaborar contenidos, leer mucho... Ahora contamos, casi en general, con una libertad total para decidir sobre nuestro tiempo. De acuerdo con que no podemos movernos, pero tenemos tantas cosas que hacer con nuestro tiempo que sería una falta de respeto hacia ese tiempo, que nos  ha sido concedido de una manera no esperada, y hacia nosotros mismos no aprovecharlo bien.  

Como responsable de una empresa que se dedica al medio ambiente, ¿cree que debería tenerse en cuenta más que nunca a la hora de salir de esta crisis?
Absolutamente. Espero que sea una gran oportunidad para repensar nuestros hábitos de liderazgo a todo nivel; como consumidores, educadores, empresarios... Estamos viendo la limpieza de las ciudades y esto quiere decir que aceptamos vivir en un lugar contaminado porque todo funciona, hasta que vemos que no es así. Muchas de las crisis que van a venir y que están anunciadas, al igual que en parte lo estaba esta, por los científicos están muy relacionadas con el tema ambiental. No estamos hablando de ecologismo, sino de humanismo.  

El título se su intervención va acompañado por la frase Vienen tiempos inciertos y complejos. ¿Ya nada volverá a ser lo mismo?
No, aunque yo no soy futurólogo. Espero que no sea lo de antes. El coronavirus solo ha sido un factor acelerador, no provocador. La crisis económica, migratoria, climática, de contaminación, de salud, desigualdades... Estaban antes y viniendo de una manera aceleradísima. Esto igual ha sido la gota que ha colmado el vaso, con lo cual la normalidad de antes no debería ser la normalidad que deseemos. Aparte, no podemos pretender que la crisis social y económica más importante desde la Segunda Guerra Mundial sea como la de las Olimpiadas o la de 2008. Esto será un tsumani brutal y cambiará algunas dinámicas porque dejará psicológicamente tocada a la población y los liderazgos de todo tipo, con miedo e inseguridad. Nos tenemos que preparar. No es verdad que vayamos a salir de aquí reforzados. A la gente le gusta decir esta frase porque si no, quedas mal. A mí me gusta ser un aventurero vivo, así que no puedo irme a escalar el Everest con una frase motivadora. Tengo que entender que va a ser duro y prepararme muy bien. Pues es lo mismo, esto nos tiene que hacer  madurar. El mundo será complejo, pero también interesante. No pasa nada.