Hydro es una de las grandes empresas del polígono de Bayas. En los últimos años ha tenido un crecimiento tras superar problemas que parecían olvidados. Pero con la entrada en escena de la covid-19 las dudas han vuelto a surgir y por el momento se han traducido en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que se aplicó en abril por motivos de fuerza mayor para toda su plantilla y que termina el 31 de este mes. Por este motivo, y con las previsiones en número rojos, los representantes de la plantilla y la empresa negocian un nuevo expediente para garantizar la viabilidad de la compañía.
En el comité resaltan que las conversaciones están avanzadas y ya se tienen claros dos aspectos principales: el tiempo y a cuántos trabajadores afectará. En cuanto a la plantilla, y como ha sucedido en el primer ERTE, se van a incluir a los 204 trabajadores de Miranda, que irán rotando entre el desempleo y la actividad, en función de las necesidades productivas. También lo harán en otros dos centros de trabajo en Barcelona y en Madrid, entre los que rondan las ochenta personas aunque en su caso realizan funciones comerciales.
Respecto al tiempo, por parte de la plantilla se resalta que "nosotros también lo teníamos claro" por lo que fue fácil fijar el final del ERTE en el 30 de septiembre, lo que hará que sean tres meses los que se mantenga la empresa en esta situación. En la plantilla se resalta que la actividad continúa dentro de las instalaciones del polígono de Bayas, en las que se trabaja con aluminio entre otros sectores para el de la construcción.
En él, el parón ocasionado por el coronavirus es algo que se ha notado y además "los comerciales hasta hace prácticamente dos días no han podido salir a visitar obras", por lo que "ha hecho que esté todo parado", lamentan. Esto y las previsiones han motivado la fecha tope con lo que hay acuerdo con la empresa. Aún así, la negociación mantiene varios puntos en los que las posiciones están alejadas.Uno de ellos según se explica desde el comité es que se quiere incluir una cláusula en la que se refleje el compromiso de la dirección de no despedir a ninguno de los trabajadores cuando finalice el ERTE que comenzaría la semana que viene, ya que las previsiones que tienen sobre la mesa no reflejan lo que pueda pasar "a partir de septiembre".Ese es el principal aspecto que queda por resolver porque el funcionamiento del expediente que entrará a partir del lunes será similar a lo que se vive ahora. Además la producción se ha mantenido incluso con la contratación de personal temporal, lo que se hace en función de las necesidades puesto que "tenemos un protocolo con medidas de seguridad interno" por lo que en ocasiones se completa la plantilla con eventuales.