Con el disparo del tradicional cañonazo desde el balcón del Ayuntamiento de Aranda de Duero a las 12 del mediodía, comienzan diez días de fiesta en honor a la Virgen de las Viñas. Lo hacen con gran ambiente, con calles llenas hasta la bandera y música en numerosos lugares del centro.
"¡Vivan las fiestas y viva la juventud de Aranda!", ha proclamado la alcaldesa de la ciudad, Raquel González, acompañada por el pregonero, el presidente del Consejo Regulador Ribera del Duero, Enrique Pascual, y la reina y damas de estas fiestas.
Acto seguido, los gigantes y cabezudos, acompañados por la Escuela Municipal de Folclore, han protagonizado su primer desfile, rodeados de un sinfín de niños deseosos de volver a correr tras dos años en blanco por la pandemia.