«Que expertos internacionales juzguen tus fotos dice mucho»

ARSENIO BESGA
-

ENTREVISTA | El mirandés Roberto Alonso acaba de recibir el reconocimiento de Maestro Fotógrafo en España y en Europa. Su estilo «inquieto» le ha permitido cumplir «un sueño» tras años de dedicación

El fotógrafo mirandés Roberto Alonso, con los diplomas de ambos reconocimientos. - Foto: A.B.

Roberto Alonso no para de cosechar éxitos. Hace apenas tres meses, el jurado del concurso de la Federación Española de Fotografía incluía una de sus obras entre las mejores del país. Ahora la misma entidad ha reconocido su dedicación, creatividad y calidad técnica de nuevo. Alonso fue nombrado Maestro Fotógrafo por la Federación nacional. Y no solo eso, su arte ha traspasado fronteras. La FederaciónEuropea le ha concedido la distinción de Maestro Fotógrafo Europeo. El nombre de Miranda de Ebro tiene su espacio en el marco continental, algo que hace especial «ilusión» a este profesional de la ciudad.

Pese a la destreza demostrada, y reconocida internacionalmente, Alonso mira hacia el futuro con ganas, «inquieto». «El día que piense que lo tengo todo aprendido, me puedo dedicar a otra cosa», explica. «Como en ciclismo, vas a por la meta volante y cuando la has alcanzado, a por la siguiente o a por la meta final», sentencia.

Después de tantos años persiguiendo un objetivo así, ¿la palabra satisfacción se queda corta?
La verdad es que sí. Es una satisfacción enorme, no sé cómo podríamos llamarlo. Es la satisfacción de un objetivo cumplido, de haber tenido un sueño, luchar por él y haber llegado a la meta.

¿En su entorno destaca alguna figura que le haya servido de apoyo o de inspiración?
Ha sido mucho tiempo y ha habido mucha gente. Sobre todo la familia y los amigos siempre están apoyándote. También quiero reconocer a la FederaciónEspañola y al conjunto de fotógrafos que la integran, porque están muy involucrados en la formación y en la superación. Se hace un programa de formación en el cual se apoyan muchísimo unas personas a otras y dejas de ser competencia para ser colegas. Ahí hay mucha gente que me han enseñado mucho y me han apoyado.

Estos títulos se consiguen gracias a la acumulación de méritos, ¿pero ha habido alguna obra que haya impulsado más este logro?
Son dos reconocimientos muy distintos, aunque tengan una denominación parecida. Evidentemente, uno reconoce un tipo de fotografías y otro, otras. Pero ambos buscan premiar la creatividad y la excelencia fotográfica ante todo. 
Hay fotografías que han sido más reconocidas a lo largo del tiempo. Sobre todo, tengo la gran satisfacción de que hay varias fotografías de Miranda. Me hace ilusión que se vea nuestra ciudad fuera, tanto por España como por Europa. Hay imágenes que se hicieron famosas hace unos años, como aquellas del ferrocarril; también hay otras sobre personajes de Miranda como el Chino, el boxeador; paisajes, industria, comercial...

Al fin y al cabo, estos premios también sirven para poner en el mapa el espíritu cultural de la ciudad...
Claro, hay que hacer bandera, hay que hacer patria. Es un orgullo poder llevar el nombre de Miranda tanto por España como por Europa.

¿En algún momento de su carrera había imaginado que podía tener esa repercusión internacional?
Que tus fotografías se hayan juzgado en Helsinki, con siete expertos a nivel internacional, ya te dice mucho. Da un poco de tembleque al hablar sobre ello. Pero, como decía, tienes el apoyo de los fotógrafos de la Federación que te ayudan y te animan. Y, también, el de los clientes o personas que confían a diario en nuestro trabajo. Gracias a ellos estás aquí día a día y te motivan a hacer un trabajo mejor.

¿Podría definir su obra con unas pocas pinceladas?
Digamos que inquieta, es una fotografía inquieta. No desde el punto de vista de inquietante, claro, sino desde el punto de vista de que no me gusta hacer un solo tipo de fotografías. Por lo que dicen, veo la fotografía muy rápido. Hay quienes necesitan verla, madurarla, analizarla... Y los que me conocen me valoran por eso, por ver la fotografía rápidamente cuando veo una escena.

Con tanta inquietud, ¿le falta algún formato, composición o estilo por probar?
Podríamos decir que he tocado todos los frentes, unos más a nivel profesional, otros a título aficionado. Pero la inquietud me ha hecho probar cualquier cosa y cualquier temática, evidentemente.

Después de acumular ese bagaje, ¿qué queda por aprender o mejorar?
El día que piense que lo tengo todo aprendido, me puedo dedicar a otra cosa. Eso es lo que nos motiva para mejorar, saber que quedan muchas cosas por aprender y que se puede hacer el trabajo mejor.

¿En esa labor de aprendizaje cuánta relevancia tiene el contacto con otros artistas?
El punto de vista de los demás es muy importante. Uno como fotógrafo tiene su estilo, sus características, busca una meta o una forma de trabajar. Pero el día a día hace que pierdas perspectiva, por lo que dar un paso al lado de vez en cuando y ver tu trabajo con los ojos de los demás te ayuda.

¿Tiene en el horizonte algún proyecto o certamen cercano?
Siempre tengo proyectos en marcha, que hago en plazo. Ahora he terminado uno y tengo otro abierto desde hace años, porque con el tema de la pandemia quedó un poco parado ahí y siempre conviene tener algo en mente. A nivel de concursos, no tengo nada pendiente, pero tampoco sé lo que tendré mañana.

¿Intentará revalidar estos títulos en la próxima edición?
El de la Federación Europea se puede revalidar, pero el nacional no. Se concede a la trayectoria, por lo que el reconocimiento ya está hecho. Pero seguro que surgen otras metas. Como en ciclismo, vas a por la meta volante y cuando la has alcanzado, sigues a por la siguiente o a por la meta final.