Tomás Medina

Aguas Abajo

Tomás Medina


Demasiados bichos

13/01/2023

Creo que en Aranda hay demasiados animales. No me refiero a unos cuantos racionales que siguen haciendo lo que les da la gana para luego criticar y exigir al resto de ciudadanos lo que ellos mismos incumplen cada día. Me refiero a perros y palomas.

Hay un número excesivo de perros para lo que sería deseable. Se observa a personas que llevan de la correa no solo a un animal, sino a dos. A veces compruebas que estos animalitos, incluso con sus abrigos de moda, se entrecruzan en las aceras provocando situaciones complicadas para los peatones. Muchos dueños no saben conducirlos, ni los dominan, ni tampoco los educan para evitar esas deposiciones que vemos en esquinas y aceras. La calle San Francisco fue nombrada en un programa de radio de ámbito nacional por el elevado número de excrementos que esquivamos diariamente. Sus propietarios parecen desconocer la guarrería que provocan y pasan de recoger las deposiciones en bolsas. En otras ciudades, ya en elecciones pasadas, se plantearon –y se cumplieron después- la creación de "pipi-can" en lugares céntricos. Claro, luego hay que utilizarlos.

En cuanto a las palomas se lleva años denunciando la suciedad y deterioro en tejados del centro de Aranda. Ahora ya la plaga invade la ciudad. Rompen tejas y manchan ropa tendida. Reducirlas sería menos traumático. Con los perros es otra historia. Uno observa con cierta sonrisa al dueño-a de ese perrito-a, cuando le "explica" al animal, parados ambos en un semáforo en rojo, que está prohibido cruzar la calle.

Esta idea de humanizar a los animales no acabo de verla. Cuando compro huevos en el supermercado y leo en el envase: "provenientes de gallinas felices", desconfío. Desconozco si las gallinas son "felices" porque no vivan en granjas. Ignoro si, efectivamente, esos huevos provienen, o no, de granjas. Y, en todo caso, es un truco, comercialmente ecológico, para vender.