Dos burgaleses que no pierden el tren

H.J.
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Pablo Gadea y Fernando Díez, expertos del sector ferroviario, participan en un libro enciclopédico sobre la modernización de las vías en España durante los últimos 30 años

Gadea y Díez, con la estación Rosa Manzano al fondo, que por fin puede presumir de ser parada de alta velocidad. - Foto: Patricia

No pueden evitar girar la cabeza en cuanto escuchan venir los trenes. Si tienen cerca las vías levantan la mirada, contemplan unos instantes y rápidamente diagnostican si se aproxima un mercancías llevando decenas de Volkswagen recién fabricados al puerto de Santander o si estamos ante el Alvia de las 18,33 horas. Es el fruto de una genuina pasión ferroviaria. 

Pablo Gadea Garzón y Fernando Díez González son dos burgaleses expertos en la materia que acaban de participar como coautores en un libro enciclopédico recién salido del horno sobre 'La modernización del ferrocarril español en los últimos treinta años'. Está editado por la empresa Redalsa, perteneciente al grupo público ADIF y dedicada a la fabricación y mantenimiento de equipos para el sector ferroviario, y consta de más de 300 páginas con una cantidad ingente de información repartida entre textos, gráficos y fotografías (unas cuantas de ellas tomadas en el nuevo tramo Venta de Baños-Burgos). 

En él se repasa la espectacular transformación del tren en España desde que en el año del V Centenario del descubrimiento de América se inaugurase el AVE Madrid-Sevilla. Desde entonces el esfuerzo de los distintos Gobiernos ha sido multimillonario y buena parte del territorio peninsular está tejido con redes de alta velocidad, una circunstancia a la que la estación Rosa Manzano, por cierto, será la próxima en unirse previsiblemente dentro de pocas semanas.

Otro burgalés, Sergio López Lara, es el director general de Redalsa y explica en la introducción del libro que a la alta velocidad española aún le quedan por delante muchos retos por cumplir, como la liberalización de los trenes de viajeros, los nuevos hábitos de movilidad, las nuevas tecnologías y a corto plazo su compatibilización con trenes de mercancías. Parte de ellos son los que abordan los coautores de la tierra del Cid.

Pablo Gadea (Burgos, 1984) es responsable de circulación en la red de Alta Velocidad y como tal desarrolla un capítulo sobre la organización del tráfico, además de desgranar en otro las soluciones aplicadas en los últimos años en el Eje Atlántico y más concretamente en Galicia. Pero también escribe sobre las líneas de alta velocidad de próxima inauguración y la protagonista en este caso es la línea de Venta de Baños a Burgos. «Se encuentra terminado y a la espera de la finalización de las últimas pruebas que permitirán la circulación comercial a 300 kilómetros por hora», relata en el libro. Esta semana por fin se ha inaugurado y puesto en servicio.

A la espera de la 'y' vasca. De nuevo es Gadea quien explica que la nueva infraestructura «situará a la ciudad de Burgos a una distancia razonable en tiempo de Madrid», pero advierte de que la relación con el País Vasco en su situación actual «es de las menos competitivas de entre las de largo recorrido a nivel radial por la brutal diferencia entre las inversiones ferroviarias y carreteras de los últimos 40 años». Por ello apunta que «la más que probable explosión del servicio comercial» de la línea burgalesa llegará «un poco más tarde», con la apertura de la 'Y' vasca. 

Esta tiene ya muchos tramos terminados, pero «serán las tardías decisiones en torno a la llegada de la línea a las tres ciudades vascas las que marcarán la fecha de puesta en servicio», apunta este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Burgos con experiencia internacional en varias grandes obras ferroviarias. 

El volumen editado por Redalsa tiene un alto nivel técnico. Es básicamente para iniciados en el mundo de los trenes, y en él participa también Fernando Díez González, otro burgalés (en este caso de 1966) que habla sobre trenes, maquinarias y vehículos empleados en la construcción de las líneas. Responsable de circulación en tramos en construcción, ha estado en las líneas Tarragona-Gerona, en la de Madrid-Levante, en el Olmedo-Zamora y también en el Venta de Baños-Burgos a punto de inaugurarse. Su capítulo desgrana las cuatro fases de montaje de la llamada «superestructura», desde la propia vía hasta la consolidación y pruebas finales, pasando por la electrificación o el montaje de las instalaciones de seguridad.

Fernando y Pablo son herederos y representantes actuales de la tradición ferroviaria burgalesa, una provincia que las vías atraviesan desde 1860 y que observa con expectación, aunque también con cierto escepticismo tras los numerosos retrasos acumulados, el próximo estreno de una nueva línea que vendrá a modernizar el ferrocarril y cuyo impacto a largo plazo de momento solo podemos intuir.