La lluvia puede arrasar hasta el 50% de cereza en Caderechas

S.F.L.
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Tanto los árboles de los pueblos más altos del Valle como de los más bajos muestran la floración en su máximo esplendor. Con la bajada de temperaturas que se acentúa hoy y el agua, el fruto corre peligro

Los más de 50.000 cerezos del Valle de Caderechas lucen rebosantes de flores blancas, que irán perdiendo sus pétalos según se desarrolle el fruto. - Foto: Alberto Rodrigo

Tras una Semana Santa casi veraniega, por encima de los 20 grados, las temperaturas descienden a partir de hoy con la llegada de una borrasca, un hecho que puede arrasar, según los expertos, con hasta «la mitad de la producción» de cereza en el Valle de Caderechas. El frío, pero sobre todo las lluvias previstas para los próximos días, preocupa a los fruticultores a que el desarrollo de los más de 50.000 cerezos se vea afectado.

A día de hoy y a lo largo de esta semana, el espectáculo natural de la floración de los árboles podrá verse en su máximo esplendor si las tormentas no hacen de las suyas y provocan que la blancura de la flor mute a marrón, con las consecuencias que ello acompaña.

«Lo que realmente estropea la yema es la lluvia, el granizo y las fuertes heladas», declara con cierta intranquilidad Daniel Martínez, propietario de varias fincas de frutales en Río-Quintanilla. Caderechano de pura cepa y amante del campo, dedica las mañanas soleadas de abril a podar los cerezos en flor con la herramienta de toda la vida. A pesar de que cultiva más de 300 árboles, teme que en el mes más delicado «todo se eche a perder».

La zona alta, en la que se ubican pueblos como Madrid de Caderechas o Herrera, «el espectáculo perdurará aún unas jornadas más y en las zonas más bajas, como Salas o Terminón (donde la floración se adelantó) los pétalos blancos comienzan a mezclarse con las hojas verdes que brotan con rapidez.  «Si la climatología es buena como hasta ahora, habrá más producción y más calidad, pero si llueve mucho hay menos y de peor clase. En los inviernos fríos, como ha sido el de 2022, los brotes son más fuertes y por lo tanto el producto vendrá mejor. Las condiciones han sido muy favorables pero las lluvias de los próximos días pueden arrasar con una parte importante de la cosecha», declara Chechu, fruticultor y alcalde de Herrera.

El año actual destaca por las más de 30 heladas registradas durante las madrugadas de los primeros meses, que no dañaron los árboles ni tampoco repercutieron en la producción, que según los propietarios de las fincas viene «bastante cargada». No hay más que darse un paseo por el territorio para comprobar que las ramas soportan cantidad de flores.

Los productores consideran que los cerezos presentan un «estado fuerte» porque en el territorio no ha habido sequía ya que en septiembre y octubre llovió bastante y ese agua fue absorbida, por lo que, en principio, «la cosecha será buena, siempre y cuando el hielo tardío no arrase con la fruta como en otras  ocasiones». Los trabajadores del campo tendrán que esperar a que pase el mal tiempo para comprobar los efectos negativos con los que la borrasca azotará los frutales.