Mari Sardina, el pez más reivindicativo de Briviesca, no ha podido soportar el disgusto al comprobar el abandono que sufren algunos espacios del centro histórico de la localidad y la falta de respeto de algunas personas que se dedican a cometer actos vandálicos y estropear el entorno.

Acompañada de decenas de niños y adultos por el casco histórico ha sufrido un infarto. Las enfermeras de la cultura atendieron a la arquitecta en plena calle pero nada pudieron hacer por su vida. Su entierro se ha programado esta tarde a las 19.00 horas en el aparcamiento de la calle Doctor Félix Rodríguez de la Fuente.

La guinda final de unos festejos tan animados la pondrá la chocolatada que los AMPAS, la Asociación Amas de Casa y el Espacio Joven prepararán a continuación en la plaza Santa María.